Por Emilio Bustos Aguilar Foto: Archivo de Azoyú
Al ser inaugurado el flamante “Mercado de Artesanías o Gastronómico” algunos aspirantes a nuevos locatarios, se rumora, pusieron el grito en el cielo ante la noticia de que para aceptarlos deberían comprometerse al pago mensual por concepto de renta de su local, ya que la obra se construyó en un predio de propiedad privada.
Al efecto conviene aclarar que este predio supuestamente de propiedad privada es el mismo que por espacio de 80 años ocupó la oficina de telégrafos y quedó baldío porque fenómenos naturales destruyeron sus viejas instalaciones, pero siempre ha sido del dominio público que pertenece al municipio.
Ante el escándalo, el chincuale avasallo mí siempre apacible ánimo porque por naturaleza soy tranquilo, pero mi viejo corazón azoyuteco se encabrita al máximo al enterarse de este tipo de abusos.
Encontré en mis viejos apuntes algunas notas relativas al telégrafo dictadas por Don Melquiades Bautista Huerta, que dicho sea de paso, cuando era joven fue panadero de la casa López Moctezuma y testigo ocasional de alguna actividades de los miembros de esta familia.
Fue así como supimos lo siguiente:
Foto de Emilio Bustos Aguilar
A mediados de 1917 por iniciativa de los hermanos López López Moctezuma fueron convocados “Los Principales” del pueblo de Azoyú: Juan, Federico y Pedro Herrera, Cándido y Sixto Miranda, Manuel y Sabino Donato y Don Manuel Aguilar Zúñiga, para invitarlos a participar en las gestiones ante el Gobierno Federal para fundar en Azoyú una Agencia Telegráfica, considerando el aislamiento de la comunidad que por lo agreste de su geografía estaba alejada prácticamente de la civilización.
Al aceptarse la idea de los convocantes el Coronel Francisco López López Moctezuma ofreció sus servicios como portavoz de los peticionarios ante el Gobierno Federal, pidiendo a los asistentes deliberaran para ofrecer al Gobierno el local necesario para la instalación y funcionamiento de tan importante beneficio para el pueblo de Azoyú.
Después de amplia deliberación el Coronel López Moctezuma invito al señor Manuel Aguilar Zúñiga rentara una pieza de su casa para instalar en ella el telégrafos, a lo que accedió Don Manuel, considerando que este local es céntrico y el nuevo servicio muy importante y benéfico para Azoyú, su pueblo; (Local que ahora desde hace casi 60 años ocupa “La Penúltima”, un modestísimo establecimiento muy conocido en todo el hemisferio occidental, de cuyas raquíticas utilidades este apasionado azoyuteco obtiene el pan nuestro de cada día para él y su familia, siempre con la frente en alto y con la cara al sol).
Foto de http://azoyuguerreroblogger.blogspot.com/
De esta historia han trascurrido 105 años por lo que es muy probable que algún dato importante se omita, pero lo importante está consignado; el primer telegrafista que llegó a cumplir esta tarea fue Raúl Caballero Aburto y el segundo Manuel del Valle, quien planteo a las autoridades locales la necesidad de un establecimiento propio para el telégrafos y evitar el pago de renta, razón por la que don Cándido Miranda Regaló al municipio un solar céntrico y amplio en donde el municipio construyó dos viviendas una para el operador y su familia y otra para el telégrafos.
En 1967 el telegrafista Francisco Romano Zamora solicitó y obtuvo permiso para cercar la totalidad de predio que obsequió Don Cándido Miranda, construyendo al efecto una barda de adobe.
En 1985 un terremoto y las aguas inutilizaron las instalaciones telegráficas y hubo necesidad de buscar otro sitio para seguir contando con este servicio, pero nunca el solar cambio de dueño sigue y seguirá siendo un bien público cuyo único propietario es el municipio de Azoyú.
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