Por Noé Mondragón Norato Foto: https://www.facebook.com
La doble utilidad de la tesorera de la UAGro
Una nueva modalidad de atraer recursos sin ser visto ha implementado el rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán. Y consiste en pagar en una sola emisión a los trabajadores universitarios lo que antes se hacía por separado. De esta forma, incrementa el cobro sobre el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y obtiene recursos adicionales que no timbra ante la Secretaría de Hacienda. Ni existen auditores de dicha dependencia que regulen los pagos cercenados a los trabajadores. Hay que ir a los hechos.
RECTOR RICO; ALIADA ESTRATÉGICA. – La lógica es simple: si Javier Saldaña amasó una considerable fortuna personal a su paso por los dos anteriores periodos que asumió como rector, se entiende que está acostumbrado a un tren de vida marcado por los excesos. Y para mantenerlos debe apelar a lo que sea. Incluido el manoseo insano en el pago de los salarios universitarios. Y si las auditorías internas implementadas por la Auditoria Superior de la Federación (ASF) lo tienen pegado contra las cuerdas, en el fondo no son suficientes para detectar todo el mar de irregularidades financieras. Se lee así:
1.- Uno de los personajes clave que sabe esconder toda la inmundicia financiera al interior de la UAGro, es la tesorera Leticia Jiménez Zamora. Por eso el rector la designó en esa estratégica cartera. Y se la heredó dos años a su antiguo testaferro, el exrector Alfredo Romero Olea. De tal suerte que todo lo que Javier Saldaña diga, manotee y denuncie con relación al otorgamiento de “dobles y hasta triples plazas” en dicha institución, conduzcan de manera natural a Leticia Jiménez, quien ya “le encontró el modo” al manejo irregular de los recursos financieros.
Justo como lo hizo en su momento el extesorero mitotero y silenciado, Fausto Solís Leyva. Por eso en corrillos universitarios a Leticia ya se le comienza a percibir como la eventual sucesora en la rectoría para cuando Saldaña concluya su periodo. Claro, si está dispuesto a soltar su feudo.
Y por eso se entiende también, que “reventara” en su propio territorio a la académica Berenice Illades. Y esta pasara también a retiro silencioso obligado. Es obvio.
Porque con Jiménez Zamora, el actual rector se cubriría plenamente las espaldas. Y si las auditorias detectaran manejos irregulares en las finanzas universitarias, Saldaña Almazán no dudaría en sacrificar tanto al exrector Romero Olea como a la propia Leticia Jiménez. Por aquella máxima del ajedrez de que caen primero los peones, caballos, alfiles y torres, que el rey.
2.- El rector Saldaña Almazán encontró a través de Jiménez Zamora, el conducto para establecer acercamientos políticos con la actual presidenta electa del país, Claudia Sheinbaum.
Lo hizo a través de la exsecretaria particular de esta, Estela Damián Peralta con quien Jiménez Zamora mantiene acercamientos constantes. Estela ha hecho carrera política en la Ciudad de México y como la mayoría de los políticos “trepadores y chapulines”, ha saltado del PRD al MC y luego al Morena. Por donde el viento sople mejor y a favor. Pero el dato más perturbador es que dicha fémina es hermana de Alfonso Damián Peralta, el ex titular de la Auditoria Superior del Estado (ASE) con los exgobernadores Ángel Aguirre, Rogelio Ortega Martínez y Héctor Astudillo.
Alfonso avaló todas las cuentas públicas del propio Javier Saldaña durante sus dos anteriores periodos como rector. A cambio, Saldaña entregó entre otras cosas, una plaza en la Facultad de Comunicación a la esposa de Alfonso, Alexa Núñez Pineda. El propio rector asumió virtualmente como vocal en la defensa de tesis de maestría de Alexa. Y luego, Alfonso buscó ser ratificado en el cargo por las fracciones del PRI y PRD en el Congreso local en el inicio del actual gobierno morenista en 2021 liderado por Evelyn Salgado. No pudo.
3.- El criminal descuento del ISR con cargo a todos los trabajadores universitarios −y en beneficio del incremento de la riqueza del rector−, lo opera sin ningún tipo de rubor, Alicia Jiménez Zamora.
A pesar de que sabe que el cobro es ilegal y arbitrario, el sumiso, obediente y uno más de los “soldados políticos del rector”, Ofelio Martínez Llanes, dirigente del STAUAG, avala con su silencio este atropello.
No hay defensa alguna de los trabajadores quienes ya están actuando por su cuenta a través de sus contadores.
Con el pago en una sola emisión del bono de verano, prima vacacional y primera quincena de julio, el rector Javier Saldaña asegura una importante suma para vacacionar en su estilo de vida de primer mundo. Y para enfrentar por séptima vez, su recaída por Covid-19 con médicos particulares. Mientras, la base trabajadora seguirá aguantando este virtual robo en despoblado.
HOJEADAS DE PÁGINAS…En la fila para jubilarse se encuentran formados más de 2 mil trabajadores universitarios en edad de retiro.
Pero el rector Javier Saldaña privilegia las jubilaciones de sus “cuates y aliados”. Entre ellos el exdirector de Recursos Humanos, Ángel Carrillo Chora. Los demás que se esperen, si es posible hasta que se mueran pues de esta forma, el rector ya no les paga a los familiares del trabajador fallecido. O les retrasa por años esa liquidación. Los hace dar vueltas y más vueltas. Apela a que sea el gobierno del Estado quien le enderece la plana. Porque justo la semana pasada aseguró que la UAGro “ha aumentado sus gastos anuales en alrededor del 500 por ciento”. Significa que el presupuesto ya no le alcanza. Y con el pretexto de crear mayor oferta educativa abriendo más preparatorias, asume la condición de barril sin fondo.
Como tal, no tiene fin. Quiere más y más.
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