Por Salomón García Gálvez. Foto: https://www.codigosanluis.com/
Si la autoridad competente -Congreso Local- decidiera revocarle el mandato a la alcaldesa morenista de Acapulco, Abelina López Rodríguez, elementos sobran para su destitución y hasta inhabilitación como servidora pública durante una década, o más años. Su gestión municipal, es un desastre.
Como presidenta municipal de Acapulco, López Rodríguez, ya lo demostró en pocos meses: no puede con el cargo; defraudó a más de un millón de ciudadanos del puerto, a quienes les falló en todos los sentidos. Su incompetencia, está más que vista.
Horas antes de asumir funciones, la alcaldesa del puerto solicitó un préstamo por 200 millones de pesos, supuestamente para enfrentar pasivos, pagar nómina y otros débitos. Nunca estuvo claro el destino de ese monto millonario. Es un misterio.
Abelina, luego de arribar al Ayuntamiento, se confrontó con la mayoría de los periodistas; para ello utilizó a un grupo de agresivos porros de las colonias donde tiene influencia. Gente de la peor ralea, insultaron y amenazaron a los reporteros cuando trataban de entrevistarla.
Y para atenuar la crisis originada por ella misma, alguien le aconsejó la construcción de un Cristo de 70 metros de altura en el cerro más alto del puerto, para lucrar políticamente con la fe de católicos. La construcción del Cristo, nadie se la pidió y el costo no saldría de su bolsillo.
Basura en un gran número de arterias de Acapulco, descargas de aguas negras a la bahía, inseguridad, extorsiones y ejecuciones de comerciantes, falta de agua potable, incendios a negocios y vehículos; ejecuciones del crimen todos los días, colocan a Acapulco como una de las tres ciudades más violentas del país. Poco y nada parece importarle a la alcaldesa, quien está engolosinada con el poder.
Miles de baches en casi todas las calles y avenidas del puerto, alcantarillas y coladeras sin tapaderas destruyen suspensiones de vehículos; aguas negras en la vía pública, drenajes obsoletos y fugas de agua de tuberías oxidadas, es lo que el turismo y locales observan diariamente en Acapulco, que se cae en pedazos por la ineficacia de la autoridad municipal.
La alcaldesa López Rodríguez, originaria de Oaxaca, ya es famosa a nivel nacional por tanto desliz que comete cada vez que habla. No se preparó para ser primera autoridad municipal. Insulta a la gramática y al buen lenguaje español. Quizás no se da cuenta, pero está a tiempo de tomar cursos y superarse.
Además de que la ciudadanía de Acapulco no le tiene confianza a la policía municipal, la alcaldesa López Rodríguez no hace nada por prevenir el delito; los resultados son nulos en materia de seguridad. Los delincuentes hacen lo que quieren. Esa tarea la tiene la Federación, a través del Ejército, Marina, Guardia Nacional y Seguridad Pública Estatal.
Pero no es todo: al interior de la comuna de Acapulco, la corrupción aflora como putrefacción. Los principales cargos administrativos donde se manejan recursos ($), están asignados a casi toda la parentela de la alcaldesa.
En las redes sociales insisten que en la comuna del puerto no manda totalmente Abelina López Rodríguez, sino la señora Leticia Lozano Zavala, Secretaria de Desarrollo Social; funge como Vicepresidenta, y es ella quien decide nombramientos, autoriza recursos y a la vez se promociona políticamente en barrios, colonias y comunidades del puerto. Trasciende que será la sucesora de la actual munícipe.
Aunado a lo anterior, pese a la supuesta crisis económica municipal, la alcaldesa López Rodríguez, contrató los servicios de un asesor en materia turística quien cobra la exorbitante cantidad de: ¡seis mil dólares! Es decir: 120 mil pesos mensuales; gana más que el presidente AMLO y que Abelina, quien percibe 68 mil pesos mensuales.
No se ven resultados positivos del súper asesor, pues Acapulco está por debajo de Cancún, Puerto Vallarta, Los Cabos, Mazatlán y Nuevo Vallarta, por citar algunos.
Si en estos momentos -por instancias del Congreso-, el INE procediera hacer alguna consulta de revocación de mandato a la alcaldesa de Acapulco, seguramente un 99% de la población optaría por retirar del cargo a López Rodríguez, quien con su fallido gobierno municipal no sólo traiciona a su partido Morena sino a la ciudadanía que votó de buena fe por su candidatura.
La decisión para la revocación de mandato de la autoridad municipal de Acapulco, está en manos no sólo del Congreso Local, sino de otras instancias de más arriba.
Resultaría más sano para la vida de Acapulco, la destitución de la alcaldesa Abelina López Rodríguez, antes de que le siga haciendo más daño al puerto, junto con su cómplice cuerpo edilicio… Punto.
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