Por Alfredo Guzmán Foto: https://www.noticiasguerrerohoy.mx/
Hablar del Poder Legislativo del estado de Guerrero, en su nueva era donde Morena ha sido la voz cantante, establece una radiografía del decir y del hacer. En una faceta no conocida.
Hará 4 años que por un proceso electivo democrático los diputados de Morena, alcanzaron mayoría y establecieron un poder férreo, con promesas que hasta la fecha no se concretan y que provocan inestabilidad social al interior de la propia legislatura.
Con la llegada de diputados, en muchos casos que no tenían ni la experiencia, ni la información necesaria para alcanzar un trabajo legislativo eficiente y productivo se entró hipotéticamente a una nueva era, donde la democracia, la transparencia y el manejo no adecuado de los recursos sería la tónica.
Lo cierto, es que nada de las promesas se concretaron.
No hubo transparencia financiera, la democracia quedó en veremos y el manejo del trabajo legislativo entró en una etapa de casi parálisis, donde muchas iniciativas a diferencia de otras legislaturas, se congelaron para siempre. Y algunas, las que se han aprobado no han tenido el efecto requerido.
Las acusaciones de corrupción, de inexperiencia abundaron, luego de que pretendieron apoderarse de la Junta de Coordinación Política y de la Mesa directiva, violentando la normativa del Congreso.
Al término del primer año, quien sucedió al presidente de la Junta de Coordinación Política Antonio Helguera Jiménez, que por cierto era de su propia fracción legislativa lo acusó de corrupción y amenazó con hacer públicas sus pillerías.
Aún es la fecha que aquello se enterró.
Los que sucedieron ocurrió lo mismo.
Hoy que el diputado Alfredo Sánchez Esquivel es Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la actual Legislatura, los excesos, han llegado a un extremo de escándalo.
La falta de transparencia, el manejo discrecional de los recursos y la actitud antidemocrática y caciquil del diputado plurinominal, han generado conflictos y división no sólo con legisladores de otros partidos, sino con los suyos propios.
Varios diputados de Morena han establecido su molestia por las actitudes de Alfredo Sánchez Esquivel. Lo mismo diputados del PRD y del PRI.
Las obras en el palacio legislativo sin consulta, los arreglos con constructores, que indican corrupción al establecerse que varias obras y remodelaciones se hacen con entrega de beneficios al diputado, el manejo arbitrario de los recursos, indican los quejosos, establecen corrupción, además de que ha dicho que no dejará la Jucopo, como lo indican las normas del Congreso.
Eso y otras cosas más han provocado una fuerte división entre los diputados de todos los partidos, pero principalmente entre los de Morena.
La parálisis legislativa es de escándalo.
Actos que indican que esto también ha provocado roces con la gobernadora del estado Evelyn Salgado Pineda, porque fuerte y quedo, ha dicho el diputado Alfredo Sánchez Esquivel, que ninguna iniciativa de la gobernadora pasará y mucho menos propuestas que pudiera venir del Senador Félix Salgado Macedonio.
Los diputados de otros partidos también callan, entendiéndose que solapan la corrupción, porque se ven beneficiados.
Una Legislatura así y un diputado que está enojado, porque dice que no lo quieren hacer Senador, no ayuda al trabajo Legislativo.
La Senaduría aún falta tiempo y con un currículum de corrupto no le ayudará al diputado Alfredo Sánchez Esquivel.
Al tiempo.
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