Un sueño personal, siempre ha sido que las fuerzas políticas más importantes, al interior de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), se unan, como lo hicimos en 1984, cuando el gobierno nos apretó el cuello, contra el suelo, pero no nos doblegó. Muchos universitarios de hoy, no lo vivieron, pero hoy tienen a una institución educativa
en consolidación. Un proceso, complicado, exigente, pero importante.