¡Qué alguien me explique! Así como reclama el preguntón de Eugenio Derbéz, lo hago yo. Los malos ejemplos se propagan como malos elementos informativos.
Si hay algo que deben aprender los funcionarios, es a mantenerse callados, sobre todo en cuestiones tan delicadas como los hechos que se relacionan con situaciones judiciales.
Escucho pe
rmanentemente a la Procuradora General del estado de Guerrero, Martha Elba Garzón Bernal, hablar, hablar y declarar, en ocasiones, de situaciones de las que carece información o la que tiene, es mínima. No es la primera vez, pero alguien se lo tiene qué decir. “Mejor cállese, señora y póngase a trabajar. Y si trabaja, pues sígale, pero hable menos”.
La última y nos vamos, fue la que ha venido diciendo sobre que ya tiene resuelto el caso de un testigo protegido, conocido como T-1, relacionado con el asunto de los estudiantes asesinados de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde el testigo, lo único que se tiene certeza, es que se encuentra desaparecido.
Hay declaraciones que indican que hay tres detenidos, que asumen que lo mataron, pero curiosamente, el cuerpo, no aparece. Es decir, al igual que el Lazca, el muerto fue diagnosticado como sano, luego de la autopsia y por ende, como, estaba sano, lo dieron de alta y se fue y las autoridades federales, marinos, ministeriales, preventivos y demás, no lo encuentran, ahora.
Deberá saber la Procuradora, que las declaraciones per se, no son elementos de prueba para nada. Sobre todo, cuando se sabe que la tortura, es la mejor forma de hacer declarar hasta a un burro, de que él es becerro y no burro. ¿Y las armas, el cuerpo del delito, los estudios de balística, el lugar de los hechos, la forma de la muerte, etc? Hay tantas dudas, que si no se encuentra el cuerpo, no habrá forma de hacer efectiva ninguna condena.
Un asunto tan delicado, como el que nos convoca a realizar este comentario y que nos obliga a establecer que muchos funcionarios del gabinete actual, deben ponerse a trabajar y no andar buscando reflectores, que al final de cuentas, sólo evidencia, torpeza, ignorancia, prepotencia y carencia de principios éticos, cuando no tienen la información de algo y lo llenan de declaraciones, sin sentido.
Que ya declaró, que no tiene sentido si está vivo, que ya declararon que lo mataron, que cobraron 30 mil pesos, que la viuda, lo mandó matar porque le pegaba, etc, sólo llenan vacíos informativos, con basura informativa.
No es la actitud de ninguna funcionaria que necesitamos. Tampoco queremos que callen, sino que hagan lo posible porque los agentes ministeriales, hagan su papel, cumplan con allegarse de la mayor información que permita fortalecer las averiguaciones previas, consignar y apoyar al juez, con todos los elementos, para que no prejuzgue como lo hacen los funcionarios y que quieren que lo mismo hagan los ciudadanos, sino que queremos certeza jurídica y eficiencia judicial.
La demanda de que no permitamos que los funcionarios especulen y hagan de nosotros víctimas de la especulación, es obligándolos a que trabajen, a que cumplan con su obligación de ser eficientes, no con la lengua, sino con acciones que establezcan la diferencia.
Y la diferencia se hace con hechos, no con palabras. Gracias. Comentarios; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.