CONTRASTES
Mientras el gobernador Ángel Aguirre Rivero celebra a todo lo que da la producción de automotores de una compañía oriental instalada en nuestro territorio y nos recuerda que se inicia con ello ¡por fin!, la diversificación de la economía estatal, sustentada en el rubro del turismo y los servicios ligados a esta actividad, unos días antes se informó oficialmente que Guerrero descendía drásticamente al último lugar de la tabla general nacional en los índices de pobreza, siendo ahora superado por las dos entidades que estaban anteriormente debajo de la nuestra como eran los casos de los estados de Oaxaca y Chiapas.
Este hecho hará ahora más difícil que el gobernador cumpla con su promesa de terminar su periodo gubernamental con un estado libre de pobreza y marginación social, sin olvidar el proyecto original presentado en su toma de posesión respecto a terminar con el grave problema que representa el alto índice de analfabetas existentes en los 81 municipios.
No son pocos los programas que ha echado andar el gobierno estatal para provocar un cambio en el curso de las actividades productivas de los guerrerenses, pero estos logros han sido empañados por una serie de hechos provocados por la falta de sensibilidad política y de acción de algunos funcionarios públicos de primer nivel y por otro lado la ausencia de coordinación entre el gobierno estatal y los presidentes municipales, sin olvidar la fuerza política y de coyuntura que representan los legisladores federales (diputados y senadores).
Sería prolijo enumerar todos los conflictos que se han presentado durante estos 18 meses de gobierno y que han puesto en evidencia la falta de mecanismos eficaces para enfrentar cada uno de ellos, pues la mayoría son problemas recurrentes y que se tendrían que tener ya protocolizados y preparados los mecanismos de control para evitar mayores daños.
Quizá no todos los funcionarios están capacitados para realizar los trabajos que tiene bajo su responsabilidad, aunque existen algunas figuras que han destacado por su activismo y su productividad como son los casos particulares de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL), Beatriz Mojica Morga y la titular del Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC), Alejandra Fraustro Guerrero, quienes tienen claridad sobre lo que hay que hacen y para ello tienen diseñado un programa que cumplen al pie de la letra y que le han dado resultados positivos, aunque siempre tendrán mucho mas que hacer y sobre todo responder a los guerrerenses que requieren de sus servicios.
En diferentes formas y a través de diferentes medios, han solicitado que se haga una evaluación del gobierno estatal en su exacta dimensión. A estos reclamos lo único que podemos decir a nuestra ilustre audiencia es que los logros del gobierno estatal debe ser puntualmente reportados a la ciudadanía a través de los diferentes medios de comunicación existentes en la entidad y la responsabilidad en este tenor la tiene la Dirección General de Comunicación Social (DGCS).
Lo que pasa, es que se han equivocado en la puesta en escena de una política de comunicación gubernamental en lugar de la política de comunicación social que históricamente han aplicado los gobiernos en los últimos lustros. Las dos políticas tienen diferentes formatos y diferentes destinatarios. Lo que pasa es que se confunden y confunden a propósito. Lo que han hecho es crear una gran mescolanza que ni ellos mismos pueden hoy descifrar, ya que no es lo mismo enviar el mensaje político del gobernador que tiene una importancia mayor y diferenciada para los guerrerenses que los informes sobre eventos de las demás dependencias que en ocasiones son intrascendentes o que tienen el objetivo de impactar a un reducido número de personas.
Hay un dicho muy popular que nos recomienda ‘’cacaraquear el huevo’’ pues de otra forma no se sabrá nunca de su existencia. Eso es lo que pasa con los logros del gobierno que son trascendentes y que no solo no se ‘cacaraquean’ adecuadamente sino que las demás informaciones que se emiten al mismo tiempo dejan sin efecto el impacto que podría haber tenido el mensaje político del jefe del ejecutivo.
Lo que decimos no es para ofender a nadie sino para apuntar sobre los desaciertos en política de comunicación gubernamental. Y un hecho puntual es lo que el gobernador Aguirre dijo a propósito de diversificar la economía estatal, tesis que por cierto fue acuñada por el gobernador Alejandro Cervantes Delgado en la década de los ochentas y que al igual que el actual, el ex gobernador era un economista convencido de que era necesario diversificar la economía estatal para no depender solo del sector turismo pues esta es una actividad altamente vulnerable.
Y aunque el ex gobernador Cervantes Delgado tenía la idea de hacer del campo una actividad que impulsara nuestro desarrollo, también vió en el sector pesquero una actividad altamente productiva y que nos colocaría en el ámbito internacional a través de la creación de cooperativas a lo largo de los 500 kilómetros que tenemos como litoral. El propósito del ex ejecutivo no se logró por la crisis económica que afectó al país que lo puso al borde de la quiebra y que por cierto que esa década fue calificada como perdida para México y con un impacto desigual en la economía guerrerense.
Luego entonces, habrá que recordar que Guerrero es una entidad de contrastes no solo en su actividad productiva y de desarrollo sino incluso dentro de lo cultural y político.
Solo debemos señalar que en cualquier reunión en donde se encuentran ciudadanos guerrerenses de las siete regiones, cada quien habla de los problemas que le aquejan como propios y no como un todo, pues no nos identificamos los unos a los otros como pares puesto que vivimos en zona diferentes con una influencia distinta de las culturas heredadas tanto de vecinos como de visitantes externos, no solo nacionales sino de otros países. Por ello los que vivimos en la zona costera no nos identificamos en usos y costumbres con los de la región de la tierra caliente o con los de la montaña, el centro o el norte. Luego entonces, los mensajes de un gobierno estatal deberán ser manejados en forma distinta y con utilidades diversas.
Luego entonces los frutos o logros de un gobierno lo deben ‘cacaraquear’ los encargados de la comunicación oficial.
Los periodistas, en cambio, tenemos la función de enterar a los ciudadanos de lo que acontece en nuestro alrededor que no siempre son eventos del agrado del o los gobernantes, sobre todo cuando éste tiene la obligación y la responsabilidad de dar puntual respuesta a las demandas de la población y particularmente ofertar solución a los conflictos planteados, lo cual no siempre sucede y cuando sucede, no se informa con la debida atención que merece el acto oficial espec+ifico.
Esperemos que el gobierno estatal pueda corregir el camino en este sentido y pueda cambiar su imagen actual a la de un gobierno eficaz y eficiente.
Periodista/Analista Político*
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