Corrían los primeros meses del año 2000. Acapulco estrenaba Alcalde de lujo. Elegido Zeferino Torreblanca, después de haber logrado vencer al PRI, existía entonces una especie de revolución pacífica en el Ayuntamiento. Estructuras caducas, delincuentes de la nómina, caciques urbanos y lideres civiles naturales, temblaban ante la incertidumbre de la manutención de sus cotos.
Hay 624 invitados y ningún miembro en línea