Ciudad de México.- Guerrero siempre ha sido un estado complejo, de hecho es el más complejo de las 32 entidades que componen nuestro país; quien no parta de esa realidad está equivocado; pero definitivamente, a la actual administración estatal le tocó la peor circunstancia de cambio de gobierno en la historia de nuestra entidad, una circunstancia verdaderamente caótica, crítica; y esta difícil situación solo podemos superarla unidos sin distingos políticos, el problema es que los partidos “ya están jugando el 2018, todos los partidos ya estamos en el 18”.
René Juárez Cisneros, Senador de la República por Guerrero, ex gobernador de esta entidad, personaje cercano al gobierno federal, analiza en entrevista con El Guerrerense el rompecabezas que representa actualmente la entidad guerrerense en el contexto nacional; define la presencia de conflictos sociales que se han recrudecido en las últimas semanas como parte de una herencia ancestral; advierte la necesidad de tratar la complejidad de Guerrero con objetividad, “sin apasionamientos que llevan a la politización de los problemas”, y reconoce el trabajo responsable del gobernador Héctor Astudillo en cuanto a tomar decisiones convenientes para ir reencauzando la vida institucional del estado.
Se dice fácil, ataja el también ex presidente municipal de Acapulco, pero reconstruir las estructuras económicas, sociales, educativas, políticas y productivas de un estado es el trabajo más complicado que se pueda encontrar en la vida pública de México, sobre todo si se parte de cero, si te entregaron una entidad en condiciones caóticas, con los índices de desconfianza y descrédito hacia las instituciones nunca antes observados.
“Y si a ello le sumas los problemas de inseguridad y violencia alcanzados durante la última década, el resultado es crítico”, afirma el legislador.
Desde su perspectiva, Guerrero es el estado más complejo de México: caracterizado por problemas ancestrales, históricos, de pobreza, marginación, de violencia, de abandono oficial en gran parte de su territorio y de falta de inversiones de gran calado.
Establece que es en esa parte en la que el gobernador Astudillo Flores está todos los días trabajando, “me consta porque tengo una comunicación permanente con él”, lo veo, lo observo, y la verdad lo único que puedo expresar es mi satisfacción y reconocimiento por el trabajo que él realiza.
“Ahora bien, que en Guerrero hay múltiples problemas, pues sí los hay, y entonces hay que partir de cuál fue la circunstancia que originó esos conflictos, cuál era el entorno, cuál era la realidad en la que inicia el gobierno de Héctor Astudillo Flores. No hay que ir muy lejos para determinar ello y detectar que recibió un estado sobre endeudado y sin recursos financieros”.
Ningún gobierno, señala Juárez Cisneros, ninguno tiene posibilidad de instrumentar acciones, políticas públicas, programas, proyectos a favor de la comunidad, sin dinero.
Entonces la administración estatal registró un grave problema de debilitamiento institucional al momento de arrancar por la falta de dinero; y de ahí se derivaron problemas de confrontación, de desencuentros sociales, de violencia, y falta de oportunidades de empleo, por ello puntualizo que Héctor Astudillo recibió un estado caótico, así asumió el gobierno y gradualmente ha venido dando encauzamiento a esas dificultades.
René Juárez refiere enfáticamente que el mejor ejemplo del trabajo responsable realizado por la actual administración estatal es Acapulco
“Los tres niveles de gobierno reconocen que Acapulco requiere un gran planteamiento, un gran proyecto integral, un gran esfuerzo colectivo para reactivar la economía, el empleo, y la inversión, es fundamental, que el empleo se recupere para que se recupere el ingreso de la gente, y que se reactive la inversión, con proyectos de gran envergadura, pero también con proyectos y acciones sociales que resuelvan problemas a la gente local, a las y los acapulqueños”, indica.
Agrega que Acapulco exige un gran esfuerzo conjunto, desde los gobiernos federal y estatal, con el concurso importante del presidente municipal, del ayuntamiento de Acapulco, de la sociedad acapulqueña, de los actores sociales, productivos, de Acapulco, con el respaldo de la iniciativa privada nacional y con una voluntad política decidida, definida, determinante y contundente del gobierno federal.
Juárez Cisneros menciona los mega proyectos Riviera Diamante, el nuevo aeropuerto de Acapulco, la conexión por túnel entre el Acapulco Dorado y la zona Diamante, y define que estas acciones son las que requiere Acapulco para su reactivación económica y para ir bajando los niveles de violencia.
-Pero en Guerrero la clase política hace todo lo contrario, apuestan más a la confrontación Senador, ¿es viable esta propuesta de unificarse por la entidad?
-Mira, lo primero que hay que hacer es entender que por encima de cualquier interés partidario, político, económico, de cualquier naturaleza, quienes queremos a Guerrero tenemos que pensar en Guerrero, yo creo que hoy en este momento se requiere de un gran pacto de unidad, de reencuentro, de reconciliación, de entender que somos más los que queremos la armonía y la paz, y tratar precisamente de hacer muchas cosas buenas para atacar las cosas malas que existen, es decir, hay muchísimas cosas buenas para confrontar lo malo, en un acto, en un esfuerzo de unidad, horizontal, un gran llamado al pueblo de Guerrero, a todos, sin exclusiones, sin distingo de ninguna naturaleza.
El dilema, subraya el ex gobernador, es que los partidos “están ya jugando el 2018, todos los partidos, ya estamos en el 18”.
Sin embargo, insiste en que aunque no sabe específicamente cuál sea el mecanismo, cuál sea la figura para convocar a la unidad, lo que sí sé es que hay que incorporar la participación social con un ánimo constructivo, lo peor que nos puede pasar a los guerrerenses es entrar en una espiral de desánimo, “y eso nunca podemos permitirlo, hay que tener optimismo, y ante los retos y los problemas hay que enfrentarlos y tratar de resolverlos con un ánimo constructivo”.
Añade que el gobernador Astudillo Flores conduce esta convocatoria ejemplarmente, pero se requiere de la solidaridad de todos los actores políticos, porque lo que nada contribuye a resolver esos problemas es la crítica, la crítica estéril, oculta o soterrada. “No, si hay algo, vamos a platicarlo, si hay una inquietud hay que platicarlo, hay que dirimir esas diferencias, hay que construir soluciones conjuntas y hay que buscarle una salida a Acapulco y a Guerrero, pero con ese ánimo, no con el ánimo de destruir, no con actitudes revanchistas, de rencor, de amargura, no, con el ánimo de resolver los problemas, porque al final de cuentas eso es lo importante, resolver los problemas, no ver quién es más rijoso, o quien le mienta la madre a quién, o quien descalifica a quien”.
Se dice convencido de que hay que darle vuelta a esta circunstancia de descalificaciones para entrar a una etapa de la construcción de acuerdos, para que se busquen soluciones, para que se consigan los recursos, para que se sumen voluntades, fuerzas y se logre una sola visión para Guerrero.
Hay 1195 invitados y ningún miembro en línea