Por: Miguel Ángel Mata Mata Foto: https://cuartopodermichoacan.com/
1.
“Que no somos iguales…”, cantó alguna vez José Alfredo Jiménez. “No somos iguales”, insistió, en sus tres campañas y los dos años que lleva de gobierno, el presidente de México en turno. “Pero cómo se parecen”, dice la gente.
La elección de Mario Delgado como dirigente formal del oficialista partido del Movimiento de Regeneración Nacional, ha evidenciado que los usos y costumbres de aquel lejano Partido Revolucionario Institucional, han vuelto.
Porfirio Muñoz Ledo no reconoce los resultados, pero eso poco importa; Berta Luján anuncia que dará la lucha, desde un consejo político que existe en el papel, pero poca importancia tiene su llamado; el senador Martí Batres dijo que ha llegado un neoliberal a dirigir el partido que ha combatido a los neoliberales, pero ¿a alguien le importa ello?
Como Alguna vez sostuvo el famoso operador electoral de aquel viejo PRI, El Meme Garza: “Los miembros del partido son como las calabazas: se acomodan dependiendo de hacia dónde jale la carreta y pocas se caen”.
Conste: como calabazas.
2.
Fue uno de los hijos del presidente, Andrés López Beltrán, quien abrió los juegos del besamanos al viejo estilo: “mi padre te vé con buenos ojos”, le habría dicho a Delgado aún antes de que el INE diese a conocer el resultado de la impugnada encuesta.
Le siguieron casi todos los subalternos de Marcelo Ebrard, en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Conste: felicitaron a Delgado al menos dos horas antes de conocerse el resultado de la encuesta.
Una vez dado el anuncio oficial en el INE, el besamanos corrió como pólvora: John Ackerman, Yeidckol Polevnsky, Ramírez Cuéllar y muchos, muchos más, quienes confirman, así, que las prácticas del viejo PRI ha renacido en su nieto, MORENA, al ejercer su derecho a la cargada. Porque así se llamaba al besamanos.
Conste: son como calabazas… cargadas.
3.
En Guerrero, los aspirantes a la candidatura de MORENA, Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros y Félix Salgado Macedonio, se apresuraron a besar el diestro dedo de quien será el encargado de escoger candidatos morenos a gubernaturas (15); diputados federales (300) y diputados locales y presidentes municipales (miles, para no fallar al número).
Mario Delgado ha sido formado en el equipo de Marcelo Ebrard, desde que éste trabajó al lado de Manuel Camacho Solís, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Por eso la algarabía de empleados de la SRE y el calificativo endosado por Batres: es un neoliberal.
O sea: calabazas cargadas… de neoliberalismo.
4.
¿Cuál es la prisa de Félix y Sandoval por quedar bien con un neoliberal dirigente de su partido?
Habría que leer a Héctor de Mauleón, la semana pasada, en El Universal ( https://www.eluniversal.com.mx/opinion/hector-de-mauleon/cienfuegos-en-el-laberinto), para comprender la especie de que, desde Palacio Nacional, el inquilino en turno, tiene sus reservas con el senador con licencia. A Félix le urgen apoyos.
Sandoval ha acumulado denuncias por campañas anticipadas y gastar millones en espectaculares y encuestas, tan solo para conseguir que el ocho por ciento de los guerrerenses sepan que existe.
A pesar de haber sido candidato a gobernador hace seis años, de haber manejado el Congreso Local, y el presupuesto legislativo a su antojo.
A pesar de que fue súper delegado del gobierno federal, con multimillonario presupuesto, apenas logró convertirse en el Chavo del ocho… por ciento de conocimiento en las encuestas reales.
Marcelo Ebrard, para quienes tengan memoria corta, fue el artífice para convencer, junto con Luis Walton Aburto, al ex gobernador Ángel Aguirre para renunciar a su partido, el PRI, y ganar la elección de gobernador en Guerrero, postulado por el PRD.
No olviden a otro personaje que tendrá peso en ésta coyuntura: Ricardo Monreal Ávila. ¿Olvidan, acaso, el hermano de quién trabajo en el gobierno municipal con Luis Walton, y luego en el de Héctor Astudillo Flores, a recomendación de aquel?
5.
No se hagan bolas.
Éste MORENA, que ha revivido los usos y costumbres de aquel viejo PRI, de cuando el horario dependía del estado de ánimo del presidente y los cocodrilos volaban, si así lo habría dicho el jefe, ha vuelto.
Será el Presidente el que escoja, de entre calabazas cargadas de neoliberalismo, a quienes se conviertan en candidatos, inclusive, a reinas de la primavera, en cada pueblo del país.
Los horarios, los cocodrilos, las genuflexiones, los dedos electores, las calabazas, las cargadas, y los neoliberales, han regresado.
6.
Que no somos iguales, ¿qué nos importa?
Nuestra historia de amores tendrá que seguir
…
Yo no entiendo esas cosas de las clases sociales
Solo sé que me quieres y que te quiero yo.
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