Por Zacarías Cervantes/ REVISTA NUMERALIA DEL SUR
JDG tenía tres años de conocer a Félix Salgado, cuando el 2 de enero del 2017 se presentó a la Unidad de Atención Temprana de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Acapulco para denunciarlo por el delito de violación.
Tras años antes, a finales del 2013, el encuentro entre ambos había sido fortuito. JDG se encontraba afuera de La Gran Plaza de Acapulco, donde participaba en una colecta en beneficio de su fundación La Casita de los Perros.
Félix, el ahora virtual candidato a gobernador de Guerrero por Morena, quien pasaba por ahí, se le acercó “y de manera amable le brindó apoyo para las mascotas mascotas”, según quedó asentado en la carpeta de investigación 12030270100002020117 que se integró por la denuncia.
Es más, el ahora aspirante imputado, le dijo a JDG que lo fueran a ver a su negocio, pues le explicó que era el director del periódico La Jornada y que apoyaría a la fundación con la promoción gratuita “y desinteresada”.
Así comenzaría una relación que se prolongaría en los próximos tres años y que terminó con una denuncia penal por la que ahora pende de un hilo la candidatura del político morenista.
Félix, invitaría después a JDG a trabajar en La Jornada. Su ingreso al periódico se registró el 8 de enero del 2014.
La carpeta de investigación 12030270100002020117 establece que el 19 de mayo del 2016 el director de La Jornada la mandó llamar para decirle que tenía perritos y gatitos para darlos en adopción y que, además, le iba a dar comida para los perritos de la fundación y la citó a su casa del fraccionamiento Las Playas.
El 20 de mayo, volvió a insistir. Le llamó por teléfono y le pidió que fuera a su casa, que iban a estar unos familiares y una trabajadora de nombre Paty, que él iba a llegar tarde pero que lo esperara.
Ese día, JDG llegó a las 10 de la mañana y la abrió Paty. Ella misma la pasó a la casa del Félix, y entonces observó que en la casa no había nadie más. Sólo estaba Paty, quien le ofreció un vaso de refresco, “porque el ingeniero le dijo que le gustaba mucho la Coca Cola”.
En la declaración de la agraviada que quedó asentada en la carpeta de investigación sostiene que, después, “cuando probé el refresco sentí algo raro”, pero que pensó que a lo mejor era otra marca de refresco o que ya se le había salido el gas.
Cuenta que en seguida se comenzó a sentir mareada y entonces escuchó la voz “del ingeniero” quien llegó hasta donde ella estaba y le dijo que se sentía mal, “y de ahí ya no supe nada hasta que desperté en el cuarto de arriba de la casa”.
Sostiene: “Yo estaba acostada en una cama y me di cuenta que mi ropa estaba desacomodada, ya que mi blusa yo la llevaba fajada y cuando desperté ya no la tenía así. Félix estaba ahí, conmigo, en el cuarto y yo le pregunté que qué había pasado, que qué me había hecho, y yo sentía un líquido en mi vagina y él me dijo que todo iba a estar bien, chiquita”.
Ella le volvió a preguntar qué le había hecho, que por qué su ropa estaba sí, “sentí mucho miedo porque estaba arriba en su recámara y me levanté, salí corriendo de la casa olvidando mi bolsa, lo único que me llevé fue mi celular, ya que yo siempre lo traigo en mi pantalón y me fue caminando a mi casa”.
JDG cuenta que no le dijo nada a su esposo porque él estaba fuera, se había ido de viaje al extranjero por un mes.
Inmediatamente que llegó a su casa, le llamaron por teléfono del periódico, era Félix, quien le dijo que tenía su bolsa en su casa y que fuera al trabajo, que allá se la iba a entregar, ella le dijo que no iría, pero enseguida él le mandó una fotografía por Whatsapp, en la que aparecía totalmente desnuda y dormida en su cama, “y me dijo que tenía muchas más, que me las iba a dar, que estaba arrepentido”.
Agrega que entonces decidió ir a su trabajo, a La Jornada, y cuando llegó y entró a la oficina de Félix, la quiso besar, pero ella no se dejó y entonces le enseñó las fotografías, donde aparecía totalmente desnuda, así como dos videos con escenas de la violación a la que fue sometida.
Añade que Félix le dijo que tenía más fotografías y videos en su casa y que si no iba se los iba a mandar a su esposo y los iba a publicar en las redes sociales.
El 21 de mayo del 2016, como a las 10 de la mañana, regresó a la casa de Félix y le volvió a abrir Paty, “quien en tono burlón me dijo: ya te está esperando el ingeniero. Ya sabía yo que no te ibas a ir viva”
Enseguida, Félix le gritó que subiera, que ya sabía por dónde, “no tuve otra opción y subí y al entrar en la recámara me dijo que había salido bien en la película, y me dijo: la verdad no me gustó porque no te movías, además a mí me gusta que me mamen, eso quiero que hagas y me agarró del cabello y me tiró al piso del jalón que me dio y ante tal situación opté por tener sexo oral con él”.
Cuenta que después le dijo que quería coger otra vez, “como me negué agarró un cinturón y comenzó a golpearme y me violó en repetidas ocasiones y como quedé muy marcada y golpeada le dije que lo iba a denunciar pero me dijo que era un hombre muy poderoso y que no me convenía decir nada”.
De acuerdo a la denuncia de la víctima, en los siguientes meses la obligó a que siguiera yendo a su casa.
El 5 de julio del 2016, como a las 7 de la noche, Félix le pidió que subiera a su oficina del periódico y ella le dijo que no podía que ya todos estaban al pendiente de su situación y le pidió que no le hiciera eso que ya era bastante, pero el insistió que si no iba le iba a pegar, que no le importaba nada, por lo que volvió a subir y la obligó a tener relaciones por la vía vaginal.
El 1 de octubre Félix ordenó que ya no la dejaran entrar al periódico, “porque también me tenía amenazada con correrme y eso lo hizo porque yo ya no quería subir a su oficina y ante tal situación, para que mi esposo no se diera cuenta, demandé al periódico el 2 de octubre del 2016
Cuenta que el mismo 2 de octubre, acudió a la casa de Félix a recuperar su bolso que había dejado. Ese día Félix había organizado una fiesta a un grupo de motociclistas del Club Barracuda y le dijo que subiera una vez más a su recámara, ella se negó y él la amenazó que si no, le haría daño a su esposo y a su familia y que si lo dejaba sería capaz de matarla “porque yo era de él y que a él no le harían nada por el poder que tiene, por ser dueño de un periódico y que él mismo trata de pendejo al gobernador y al presidente municipal”.
El 7 de enero pasado, la Fiscalía General del Estado (FGE), informó que se encuentra a revisión en la Dirección Jurídica Consultiva de esa dependencia, la carpeta de investigación 12030270100002020117 iniciada por el delito de violación en contra del virtual candidato a gobernador por Morena, Félix Salgado Macedonio, a quien únicamente ubica como “Félix S”.
Mediante un boletín de prensa, informa, asimismo, que ha iniciado otra carpeta de investigación en contra del ex fiscal Javier Olea Peláez “a fin de deslindar su responsabilidad, y, en su caso, aporte la información y los datos de prueba con los que dice contar”, relacionados con el asunto.
La Fiscalía señala al ex funcionario de haber cometido al menos tres delitos; sustracción de documentos oficiales de la FGE, la difusión del contenido de una carpeta de investigación, y la omisión en el complimiento de su responsabilidad legal”.
La FGE aclara que la revisión de la carpeta de investigación 12030270100002020117 iniciada en contra de “Félix S” es para efectos de determinar, “en definitiva”, la procedencia o no de la acción penal en dicha carpeta.
Sostiene que dicho procedimiento “está ajustado a derecho y establecido en los ordenamientos legales”.
La Fiscalía refiere, además, que no comparte las aseveraciones que ha hecho como litigante, a través de diferentes medios de comunicación, el ex fiscal Javier Olea Peláez, sobre esta carpeta de investigación.
Lo acusa de violentar “flagrantemente” los derechos de las partes “y los principios que rigen ésta institución”.
“El licenciado Javier Ignacio Olea Peláez ocupó la titularidad de la FGE de diciembre del 2015 a abril del 2018, y durante este periodo era el único facultado para decidir y coordinar los trabajos de investigación y llevar ante las instancias judiciales correspondientes a los probables responsables, tal y como lo establece la Constitución del estado”, dice el escrito.
En las últimas semanas Olea Peláez ha venido declarando en distintos medios de comunicación y a través de sus redes sociales que fue el gobernador Héctor Astudillo Flores quien le pidió que no judicializara la carpeta de investigación relacionada con éste caso.
Pero de acuerdo a la FGE, “se advierte, según lo declarado por Olea Peláez, la probable comisión de diversos delitos al reconocer la sustracción de documentos oficiales de la FGE, por la difusión del contenido de una carpeta de investigación, y la omisión en el complimiento de su responsabilidad legal”.
Anuncia que, por lo anterior, “se ha dado inicio a una carpeta de investigación, a fin de deslindar su responsabilidad, y, en su caso, aporte la información y los datos de prueba con los que dice contar”.
Sostiene que la FGE, conforme a su autonomía, no participa ni participará en la politización de investigación alguna.
“El ex fiscal Javier Ignacio Olea Peláez, de acuerdo a su dicho, debió haber resuelto este lamentable asunto de acuerdo a sus atribuciones y competencias conforme a la ley, privilegiando los derechos humanos de las víctimas y que ahora con sus reiteradas declaraciones re victimiza”, dice boletín de la FGE.