Por Salomón García Gálvez.
A lo largo del sexenio, el funcionario que más puntos negativos ha acumulado es, sin duda alguna, el Secretario de Salud estatal, Carlos de la Peña Pintos, quien hasta ha sido denunciado ante la Comisión de Derechos Humanos, por omiso por atentados contra la vida humana.
Al titular de la Secretaría de Salud, De la Peña Pintos, la pandemia lo ha rebasado, al igual que el Subsecretario del mismo ramo a nivel federal, Hugo Lòpez-Gatell. Ambos, ya hubiesen sido despedidos por los yerros perpetrados contra la población.
Desde antes de la aparición del Covid-19 y luego la pandemia, De la Peña Pintos, había sido denunciado de tener abandonados muchos hospitales, sin equipo, medicamentos ni nada; puras camas insalubres, instalaciones defectuosas y unidades destartaladas.
Los jefes de la Secretaría de Salud –desde Carlos de la Peña y Subsecretarios-, se trasladan en vehículos último modelo y blindados; los trabajadores operativos no cuentan con vehículos funcionales. Los mejores códigos -para lograr elevados salarios-, son para los fifís preferidos del titular de la Secretaría de Salud.
Una de las burguesas Subsecretarias, es la zeferinista y chapulín, Irma Sinforina Figueroa (ex priista, ex perredista) quien es comadre del titular de la Secretaría de Salud, De la Peña Pintos; además funge como prestanombres para jugosos negocios, sobre todo laboratorios y clínicas en Acapulco. La SFP, a cargo de la fifí, Eréndira Sandoval, debe investigar.
Además, el Secretario De la Peña Pintos, se ha convertido en “protector” de presuntos delincuentes, como es el caso del camillero Javier Castrejón Martínez, quien estafó con cientos de miles de pesos a empleados del Hospital “Donato G. Alarcón” de Acapulco, a quien les habría prometido plazas en nosocomios e inscripciones en la Facultad de Medicina de la UAGro, en el puerto. Nunca les cumplió y ahora se burla de los defraudados.
Y así como protege al defraudador Castrejón Martínez, a quien nunca le quiso aplicar el reglamento de la SeSa, De la Peña Pintos, también se ha convertido en alcahuete de prepotentes subordinados de esa dependencia quienes hacen y deshacen; roban equipos y medicamentos de las bodegas, para venderlos o utilizarlos en hospitales privados.
Por eso, el gobernador Héctor Astudillo Flores, ya hubiese puesto de patitas en la calle al titular de la Salud, De la Peña Pintos, quien ha acumulado récord de denuncias ante varias instancias como es Derechos Humanos, por atentar contra la salud de los guerrerenses y, en otros casos, han ocurrido muertes de pacientes en varios hospitales de Guerrero, por la negligencia del responsable de esa dependencia, una de las más cuestionadas.
De la Peña Pintos, cada vez que la dirigente del Sindicato de la Secretaría de Salud (Sección 36) Beatriz Vélez Núñez, le golpea el escritorio para exigirle prebendas y beneficios, se pone muy nervioso; le tiene miedo a la rústica enfermera y cacique sindical, quien lleva más de diez años mangoneando y jineteando cuotas sindicales de más de cinco mil trabajadores de esa dependencia.
Como Secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, no ha dado buenos resultados en Guerrero; igual ocurre con el Subsecretario de Salud a nivel nacional, Hugo Lòpez-Gatell.
Ambos, grises funcionarios, se la pasan todos en conferencias de prensa contando muertos, infectados y narrando los estragos que provoca la pandemia del Covid-19. No dan una. Deben ser despedidos; mejor que se vayan a dar consultas a sus clínicas privadas y dejen de seguir engañando a la gente.
Luego de su estrepitoso fracaso como aspirante a la candidatura a gobernador, el ex delegado federal fifí, Pablo Amílcar Sandoval, ahora pretende la alcaldía de Acapulco. ¿La merece? ¿Cuáles son sus méritos?
La “Joya de la Corona”, está muy codiciada por propios y extraños, principalmente ahora por el gris ex funcionario federal, Pablo Amílcar Sandoval, a quien en redes sociales califican de corrupto e inepto... ¡No la hizo como ex delegado federal!
Como si la comuna de Acapulco estuviera en jauja, ya hicieron su aparición gran número de “tiradores”; se quieren “sacrificar” para relevar a la alcaldesa Adela Román Ocampo, quien pretende reelegirse. Soñar no cuesta nada.
Veamos nombres de varios aspirantes de Morena: Amílcar, Yacko, Ceferino, Muñùzuri, Ariza, Yoshio, Solorio, Yolotzin, Moisés, Abelina, Ilich, Merlín, más los que se acumulen. La “Feria del Hueso” en el puerto está, a todo lo que da.
Uno de los más ambiciosos que pretenden la “Joya de la Corona” es el fifí, Pablo Amílcar, pero éste -afirman sus malquerientes- ya “se le salió del corazón a cabecita de algodón” (AMLO). Algo “grueso” ocurrió allí.
Además, Pablo Amílcar, ya no es delegado federal (está desempleado), ya perdió fuerza política; al parecer le suspendieron la “tetera” (550 mil mensuales) del Congreso Local, y el ahora jefe de la Jucopo, diputado Alfredo Sánchez Esquivel, “lo mastica, pero no lo traga”. El soberbio fifí, ya se está desinflando.
La “Joya de la Corona”, también será disputada por los aliados del PRI-PRD: Julieta Fernández Márquez, Ricardo Taja, el dipsómano Víctor Aguirre y Fermín Alvarado… Punto.
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