Por Noé Mondragón Norato Foto: https://www.sopitas.com/
La historia no se equivoca: cuando los políticos intentan atascarse con el poder y prolongarlo más allá de su sexenio de gobierno, esa ambición ha terminado en dos vertientes: en crimen y fracaso. El poder a cuatro manos, además de ser una aberración democrática, instala a los hombres en el peldaño anterior a la dictadura. Así lo dicen los hechos, que son tercos.
ENVILECIMIENTO DEL PODER. – Ahora que la hija del Toro Caído, Félix Salgado Macedonio, pretende convertirse en la sustituta en la candidatura a gobernador por el Morena, no está demás darle un repaso a la historia reciente, para confirmar la inviabilidad de esa intentona. Se lee así:
1.- El ex presidente priista Carlos Salinas de Gortari, pretendió lo imposible: darle forma a un periodo transexenal de gobierno en la presidencia del país. Es decir, gobernar más de un sexenio, controlando a su sucesor. Por eso eligió a su secretario de Desarrollo Social, Luis Donaldo Colosio Murrieta. Y cuando el 6 de marzo de 1994, en un discurso disruptivo y contundente, el sonorense se deslindó de la tutela política de Salinas, 17 días después estaba muerto. Por eso las sospechas y los indicios apuntaron de inmediato hacia una autoría intelectual del polémico ex presidente del país. Como sea, el poder a cuatro manos que pretendía cuajar —es decir, que gobernara Colosio, pero que las decisiones las tomara él, en réplica exacta al Maximato callista―, se truncaron con el magnicidio.
2.- Vino después otro episodio de la vida pública, más cínico y descarado: cuando el ex presidente panista Vicente Fox, comenzó a placear desde fines de 2003 a su esposa Martha Sahagún, como potencial sucesor panista en la presidencia del país para la elección de julio de 2006. «Ya la buscan más que a mí», respondía a la prensa cuando lo cuestionaban sobre la popularidad de su activa y ambiciosa cónyuge. Hubo una rebelión al interior del PAN, que se midió con varias renuncias al gabinete presidencial —que hoy en la Cuarta Transformación extrañamente no ocurren― y distanciamientos de los mejores amigos de Fox, por esta descabellada intención. También de actores políticos opositores y de los medios de comunicación, incluido el diario norteamericano New York Times. Es decir, la familia presidencial pretendía gobernar al país doce años en total. El 12 de julio de 2004, la propia Martha —acosada por las presiones de todos lados—, decidió renunciar a su pretensión admitiendo, sin embargo, que México «estaba preparado para ser gobernado por una mujer.» Fox y Martha tuvieron que resignarse a salir de la presidencia e irse a su rancho La Estancia en Guanajuato. El poder a cuatro manos que perseguían, se les diluyó. No lo alcanzaron.
3.- En Guerrero, esas dos películas del pasado priista y panista, intentan reditarse con el Morena. Porque si Evelyn Salgado llega como candidata sustituta a gobernador y gana, el Toro Caído no solo gobernará tras bambalinas durante todo el sexenio comprendido de 2021 al 2027 encabezado por su hija, sino que extenderá su mandato del 2027 al 2033. Porque es obvio que, al terminar Evelyn como hipotética gobernadora, le dejará sembrado el terreno político-electoral a su progenitor para que esta vez sí regrese a Casa Guerrero. Es decir, entre ambos personajes acumularán 12 años consecutivos en el poder estatal.
Ninguna democracia admite esa aberración que remite al pasado, presumiblemente, ya superado por la civilidad política y el marco legal que rige el ámbito electoral. ¿Es acaso el motivo de fondo por el que se pretende desaparecer al INE y ahora hasta al propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)? ¿Acaso no hemos avanzado como nación, logrando la expulsión del PAN y del PRI de la presidencia del país en 2018, sólo para caer en las mismas prácticas políticas del pasado, nocivas y descontinuadas? ¿Se dará paso, esta vez sí y contraviniendo la historia, a un poder a cuatro manos? Y, no se trata de «lo que diga el pueblo», sino de lo que todos hemos alcanzado juntos como ciudadanos y como nación.
El propio AMLO lo admitió en una conversación con Martí Batres en 2004, a propósito de Martha Sahagún: «contra el fanatismo, la lucha es inútil porque no caben razonamientos.»
HOJEADAS DE PÁGINAS… Burda y fuera de contexto se apreció la expresión “¡A huevo que sí se puede!” formulada en el debate de los aspirantes a gobernador, por la panista Irma Lilia Garzón Bernal. Ahora resulta que la procacidad y la exaltación del lenguaje de arrabal, sustituyen al talento, la inteligencia y a las ideas. O es una forma desesperada por atraer la atención y los reflectores mediáticos. Pero refleja de fondo, el nivel cultural y educativo exacto, de la clase política guerrerense.
Hay 473 invitados y ningún miembro en línea