Por Noé Mondragón Norato Foto: https://bajopalabra.com.mx/
El avispero se desató. Y no es casual: producto del virtual arribo del Morena al gobierno estatal, muchos actores del pasado están tratando de cubrirse las espaldas. Del recinto legislativo local aparecieron los estertores de una clase política acostumbrada a las prebendas, los altos salarios, las negociaciones en la oscuridad de las que se obtienen amplios beneficios, y de la corrupción sustentada en las complicidades. Basta con leer la coyuntura.
REBELIÓN LEGISLATIVA. – A la derrota electoral en el gobierno estatal, los municipios de Acapulco, Chilpancingo y la obtención de mayoría simple en el Congreso local, la alianza PRI-PRD regresó la vista con preocupación hacia el lugar de donde pueden crearse las embestidas políticas en su contra: el Congreso local. Hay que ir por partes:
1.- Uno de los déficits políticos muy marcados de la actual composición legislativa de mayoría morenista en el Congreso del estado, obedeció a una circunstancia obvia: ese poder siempre ha sido controlado por el gobernador en turno. El primer ex gobernador perredista de la alternancia, Zeferino Torreblanca Galindo, lo descuidó, apolítico como es. Y por ese resquicio se le coló el finado Armando Chavarría. También los mal llamado “Cuatro Fantásticos o Malignos”, integrados por Sebastián de la Rosa Peláez, Víctor Aguirre Alcaide, David Jiménez Rumbo y Evodio Velázquez Aguirre. Entre todos, literalmente, chamaquearon a Zeferino. Pero Félix Salgado y su hija Evelyn, traen otros “fierros” que van a meter a la lumbre. Por eso las fracciones legislativas unidas del PRI-PRD en el Congreso local, amenazaron con no asistir a las sesiones legislativas posteriores. Cuando en los casi tres años —que están a dos meses de completar—, nunca lo hicieron. Y se entiende: el gobernador Héctor Astudillo los está dejando que operen a su suerte, tras la derrota electoral de dicha alianza.
2.- Una de las principales preocupaciones de esta alianza partidista, es la fiscalización de los recursos que podrían aplicarse a partir de que la gobernadora electa asuma las riendas de la entidad. Y el actor clave de esta trama, es el titular de la Auditoria Superior del Estado (ASE), Alfonso Damián Peralta —sobrino del empresario Pioquinto Damián Huato—, quien busca y es impulsado para reelegirse por otros siete años más al frente de dicha dependencia. De cuajar la intentona, acumularía 14 años. Desde el 2014 cuando tomó posesión, hasta el 2028. Y las aguas estancadas tienden de manera natural, a podrirse y apestarse. Hay un antecedente que no puede soslayarse: como auditor estatal, Alfonso nunca encontró ninguna irregularidad financiera ni en las alcaldías ni en las dependencias del gobierno estatal ni en la rectoría de la UAGro. Lo cual significa que aplicó puntual, aquella frase muy acariciada y apreciada tanto por priistas y perredistas: “todo lo que entró, salió”.
3.- La rebelión legislativa de la alianza PRI-PRD, se atribuye en gran medida, a que presionan mancomunadamente para que Alfonso Damián se quede. Les cubra las espaldas no sólo a ellos, sino a toda la administración estatal de Héctor Astudillo. Incluyendo al ex rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, quien ya se destapó cínicamente para ir por tercera vez a disputar la rectoría.
El fin es que el titular de la ASE tenga oportunidad de enderezar lo torcido. Y el tiempo apremia. Como tomó protesta la madrugada del sábado 19 de julio de 2014 —curiosa y coincidentemente, fungían como diputados locales Héctor Apreza del PRI y Bernardo Ortega del PRD, quienes votaron a favor y hoy también integran la legislatura local feneciente—, el plan es reelegirlo a más tardar la semana que viene.
De hecho, la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) cuyo presidente es el morenista Alfredo Sánchez Esquivel, ya había consensuado el acuerdo con la fracción legislativa del PRI y PRD en mayo pasado, con el fin de planchar la reelección de Damián Peralta al frente de la ASE.
Pero el triunfo de Evelyn Salgado cambió las señales. Modificó los escenarios. Y ese es en realidad, el fondo de los desacuerdos y forcejeos legislativos entre Morena y PRI-PRD en el Congreso local.
HOJEADAS DE PÁGINAS… Uno de los pendientes de la Cuarta Transformación en el Congreso de la Unión, es eliminar de tajo los 200 diputados federales plurinominales y reducir a cien el número de aquellos que llegan por el principio de Mayoría relativa o elección directa. Mantener a 400 diputados federales de forma parasitaria, es un gasto oneroso para la federación. Y para todos los mexicanos que pagamos impuestos. Y los tumultos —como en los equipos que se forman en las aulas escolares— provocan desorganización, desacuerdos y que solo unos cuantos trabajen de verdad.
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