¡No macayú! ¿La desobediencia civil, con qué se come? Me recordó cuando el capitán grita a ¡babor! y los marinos inexpertos empiezan a correr para todos lados, unos se suben al mástil, otros corren atrás y otros hacia delante y chocan entre sí, porque no entiende la orden. Así deben estar las huestes de Andrés Manuel López Obrador. Como zorras coheteadas, al no saber qué significa la orden. Tomar las armas, sólo tocarlas, guardarlas o simplemente hacerse gueyes.