Lo más seguro es que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se siente todo un “patriota” que “salvará a su país” de la invasión latina, asiática, musulmana y negra; de ahí que cumpla su palabra y hayan sido detenidos 680 migrantes en las últimas horas, en su mayoría mexicanos, pero –ojo- muchos de ellos tienen antecedentes penales y serán deportados.
Trump, no es ningún político demagogo como muchos que conocemos: con discurso hueco y que pronto olvide promesas que hizo a sus seguidores durante su campaña. Donald, es hombre de palabra: Expulsará de su país a todos aquellos “inmigrantes criminales que presentaban una amenaza para la seguridad pública”. ¿Cómo lo ven?
Y es cierto lo que dice en gobernador Héctor Astudillo: En los Estados Unidos no hay redadas generalizadas contra mexicanos; sólo operaciones específicas contra quienes han cometido delitos. Contra esas personas negativas van y serán deportadas. Que nadie se confunda.
De acuerdo con versiones del Secretario de Seguridad de Estados Unidos, John Kelly, muchos de los 680 “inmigrantes criminales” habían perpetrado los estos delitos:
-Homicidio, abuso y asalto sexual, actos lascivos indecentes hacia un menores, narcotráfico, agresión física, asalto, manejar en estado alcohólico y cargos relacionados con armas. No todos los migrantes son “blancas palomitas”.
No todos los que se van a los Estados Unidos lo hacen para trabajar, sino para delinquir. Allá, se aplica la ley de manera estricta; no existe tanta impunidad como en México.
La visita que hizo Héctor Astudillo, a los Estados Unidos, fue para darles aliento a miles de guerrerenses que allá radican y temen ser deportados por decreto del presidente Trump, quien cumple su palabra: sacar el lastre de su país.
Astudillo estuvo en Santa Ana, California, donde inauguró la Casa México, que prestará asesoría jurídica a los connacionales quienes podrán recibir actas de nacimiento. El mandatario fue acompañado por el Delegado federal de Sedesol, Armando Soto Díaz.
PRD: CUNDE EL PÀNICO.
La reciente encuesta que dio a conocer el PRD sobre el crecimiento (y decrecimiento) de tres partidos –PAN, PRI y Morena-, motivó miedo y zozobra en las filas del PRD, cuya tendencia es caída libre, con ruta a desaparecer o convertirse en “Club de Los Chuchos”.
Guerrero, se quedó sin dos de sus senadores perredistas: Sofìo Ramírez Hernández y Armando Ríos Piter; el primero desertó de las filas del PRD e intenta retornar al redil priista, mientras que el segundo ayer dimitió al sol azteca y se declara “independiente”.
El crecimiento de Morena y de su virtual candidato a la presidencia de la República, AMLO, provoca grietas y deserciones en el PRD; pronto habrá éxodos de chapulines hacia Morena. El Mesías tabasqueño necesita quiénes le hagan la talacha, y allí están los perredistas, prestos.
La última vez que se vio al senador ex priista y ex perredista, Sofìo Ramírez, fue durante el pasado Consejo Político del PRI, en Chilpancingo, donde Heriberto Huicochea tomó protesta como dirigente estatal. Allí, Sofìo fue abucheado por cientos de priistas.
A Sofìo, le siguen reprochando su abierto respaldo hacia el ex gobernador “perredista” Ángel Aguirre Rivero. Más tarde que temprano, le cobran la factura.
Y en el caso de Ríos Piter, éste tiene amplia experiencia como chapulín y en el arte del cambio de chaqueta: Primero fue priista, luego panista, después perredista y ahora… ¿Anda en busca de padrino que lo infiltre en el partido Morena? ¿Lo admitirá AMLO?
Lo que se anticipa -por los movimientos dentro de la llamada “izquierda”- es que el PRD estaría viviendo sus últimos días de agonía, y para los próximos meses estará en su etapa terminal.
Muchos importantes cuadros políticos perredistas, militantes y simpatizantes, estarían a un paso de irse hacia el partido propiedad de AMLO.
El senador Ríos Piter -quien debe casi 204 mil pesos al PRD, por concepto de “aportaciones extraordinarias-, buscaría a toda costa infiltrarse como avanzada del éxodo perredista hacia Morena, de cara al 2018. ¿El plan, ya está en marcha?
PAN, HUELE A SANGRE.
El Partido de Acción Nacional (PAN) de Guerrero, no es como en otras entidades del país: Aquí, las diferencias y batallas políticas por cargos de elección popular, se resuelven a balazos, con saldos de ejecutados y muertos (chequen el recuento de fallecidos albiazules de los últimos años).
El ríspido forcejeo, golpes, amenazas y con intervención de antimotines del pasado domingo en Chilpancingo, solo fue un “raund de calentamiento”; una “probadita” de lo que vendrá después entre los bravos panistas.
Existen antecedentes -nada gratos- de la familia albiazul, quienes actúan como capos del crimen: se disputan territorios -comité estatal y municipal de Acapulco, regidurías y diputaciones-… ¡A muerte!
Eloy Salmerón Díaz, Secretario General del CE del PAN, trae camorra contra el líder Marco Antonio Maganda, a quien acusa de opacidad en el manejo de recursos y nepotismo. O sea: se queda con casi las prerrogativas, millones ($).
Pero no es todo: también lo señala de “querer imponer a puros familiares y amigos” en cargos como: regidurías, sindicaturas, alcaldías, diputaciones, locales y federales.
Son muchos los intereses que se manejan dentro del otrora pacífico PAN, donde predomina el leguaje de los plomazos, al estilo del Guerrero bronco… ¡Pum!, ¡PAN!, ¡Pum!, ¡PAN!... Punto.
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