Por César González Guerrero.
Despedir el "Año Viejo" ha sido una costumbre y tradición en la mayoría de todos los países. Y en México no ha sido la excepción. En cada uno de los 32 estados de la República, la gente lo hace muy a su manera y de acuerdo a sus características geográficas e históricas.
En Guerrero, y quizá en sus 81 municipios, se observa cierta diferencia, sobre todo porque el carácter y actitud de sus habitantes, les hace despedir el "año viejo" con protocolos religiosos o de fiesta.
En la Costa Chica se combinan ambas formas, se celebran misas llamadas de "gallo", que regularmente terminan a las 12 de la noche, para de ahí trasladarse a la cancha pública municipal, en donde uno o más grupos musicales, en un duelo compiten para ver quien anima más a los asistentes. Por supuesto que en cada pueblo se contratan los grupos musicales de mayor prestigio, cuyos costos rebasan los 50 mil pesos. Y a pesar de ello, en estas épocas, los conjuntos artísticos no son suficientes.
Despedir el "año viejo", el 31 de diciembre de cada año, significa alegría para quienes no tuvieron ningún problema. Pero para las familias que sí sufrieron pérdidas humanas o materiales, este último día del año, se convierte en pena y dolor; más si coincidentemente, en esa fecha se presentan situaciones fatales que enlutan hogares, o bien se dan casos de enfermedades o accidentes, entre otros.
Precisamente, despedir el "año viejo", es superar todo lo que afectó a la familia, superar lo negativo del año y olvidar los momentos difíciles.
En algunos casos se realizan todo tipo de trabajos que ayuden a estar en mejores condiciones, principalmente de salud y económica.
En algunas poblaciones urbanas, para apoyar a la gente con diferentes tipos de problemas, existen tiendas y personas que ofrecen sus servicios y productos como son: "limpias", "lecturas de cartas", "rituales esotéricos", y toda clase de objetos y perfumes que fortalecen la autoestima personal y familiar.
En la Costa Chica la despedida del "año viejo", a pesar de que existan condiciones de tristeza, esta última noche del año, es más de alegría, baile y embriaguez.
En el baile del "año viejo" que nos tocó disfrutar, en la década de los 70 y 80's, asistir al baile, después de la misa, o después de la cena y brindis, es algo inolvidable, debido a que quienes tenían la fortuna de sostener una relación de noviazgo, era una buena ocasión para "ponerse o amanecer de novio"; desde luego la famosa "juyida" (huida). Pero esa será otra historia.
En los bailes de "año viejo”, de aquellos tiempos, aún asistían los matrimonios representantes de la clase social más destacada del pueblo.
Algunas damas siempre eran "convidadas" para asistir como "parejas", con el debido permiso de sus padres. Había respeto absoluto de parte de los "parejos".
Al ritmo de la música danzonera, las "parejas" que lo hacían “abrazados", regularmente eran interrumpidos por niñas pequeñas que vendían "chicles". Ahora, en los años del siglo XXI, ya sólo son recuerdos. Aquellos tiempos ya no volverán.
Al despedir el año 2023, en la Costa Chica, lo hacemos con muchísimo respeto a quienes sufren la dolorosa partida de sus entrañables familiares o amistades.
Quienes perdimos a alguien que jamás olvidaremos, lo hacemos conscientes de que así es la vida. A quienes sufren esa lamentable pérdida les ofrecemos nuestro reiterado pésame.
A quienes tuvimos la fortuna de no atravesar por esa situación de dolor y pena, les deseamos un mejor año 2024, exitoso, próspero y de mucha salud.
¡¡Feliz Año Nuevo a la familia guerrerense!!
Hay 1512 invitados y ningún miembro en línea