Por Salomón García Gálvez. Foto: https://tintasepia.com.mx/
El proceso electoral de Guerrero -2021- será uno de los que más llamarán la atención de la opinión pública nacional, por diferentes razones que deben analizarse detenidamente, porque esta entidad solo ha tenido -a lo largo de su historia política- dos alternancias donde el PRD logró arribar al gobierno, con mandatarios de extracción priista: Zeferino Torreblanca y Ángel Aguirre.
Ningún perredista químicamente puro ha conseguido arribar al Poder Ejecutivo en competencia electoral a través de urnas. Los perredistas resultaron beneficiarios de las ríspidas peleas intestinas de los caciques del PRI, cuando estos no se pusieron de acuerdo para seleccionar al candidato; fue el caso del ex gobernador Aguirre.
Zeferino, su triunfo se originó entonces, por el hartazgo de la ciudadanía hacia el partido tricolor; además, el empresario traía un plus como ex alcalde de Acapulco, que lo ayudó a catapultarse. Esto, parte de la historia del poder en Guerrero.
Lo que ahora vive la ciudadanía, no sólo es la mortal pandemia del Covid-19, sino las abiertas precampañas de los aspirantes a la candidatura a gobernador -a través de las redes sociales-, donde seguido aparecen nuevas encuestas, para beneficiar o dañar -según sea el caso- la imagen de aquellos que se sienten con tamaños para ocupar la codiciada silla del Poder Ejecutivo.
El partido en el poder Morena, ya es casi réplica del viejo y rancio PRI, de aquel partido tricolor que era poderosa maquinaria electoral, capaz de ganar “carro completo” -todas las elecciones-.
En el Morena, sus jefes capos ex priistas, conocen todas las mañas, marrullerías, trampas y “cochupos” del vetusto PRI, y sólo las replicarían. Imagínese: allí tienen a Bartlett; este nefasto, especialista en tumbar sistemas cibernéticos.
El partido Morena -propiedad del presidente AMLO-, quien no lo dice, pero ya es el Tlatoani de la militancia morenista y hasta los simpatizantes; muchos de estos, se desbordan en fanatismo. Es tanta la pasión y delirio de ciertos chairos –tontitos- del Morena que… ¡hasta se apendejan!
Morena en Guerrero tiene cuatro aspirantes a la candidatura a gobernador: Pablo Amílcar Sandoval, Félix Salgado, Eréndira Sandoval, Adela Román y Luis Walton.
Félix, va arriba en todas las encuestas; si Morena no lo hace candidato, buscaría otro partido, posiblemente el PES (Encuentro Solidario); si PES le cierra la puerta, buscaría otra opción. El “Toro sin Tuercas” no tiraría su capital político-electoral al cesto de la basura, ni lo regalaría. Es ahora o nunca.
Luis Walton, político experimentado y con larga trayectoria, es caso muy especial. EL ex alcalde de Acapulco, es amigo personal del presidente AMLO, con quien luchó en dos campañas presidenciales. Walton, tiene méritos para ser candidato a gobernador. Siente que “ya le toca su turno”.
Por equidad de género, la candidatura sería para Eréndira. Adela, al parecer “amarró” y/o “compró” una diputación local o federal al PT. (¿Cuánto $$$ recibieron Victoriano y Anaya?). Si Adela va por la reelección, perdería estrepitosamente.
En el PRI, los capos que allí deciden, son cautelosos. Pero un gran número de priistas quieren la mega la alianza con el PRD, PAN, PVEM y algún otro de la chiquillada, para derrotar al Morena y abollarle la corona a AMLO.
La mega alianza, sería encabezada por Mario Moreno Arcos, actual Secretario de Desarrollo Social, quien posee récord de siete elecciones ganadas a lo largo de su carrera. Mario tiene perfil triunfador; es el político al que más le teme Morena.
Manuel Añorve, tiene gran popularidad y anda muy movido por la entidad; se auto promociona en redes sociales; busca la candidatura por el PRI; sería segunda opción.
El senador Añorve, es un guerrerense que más destaca en la Cámara Alta; tiene buena producción legislativa, brillantes participaciones en tribuna; la ciudadanía guerrerense lo ve con agrado. Manuel, sería candidato del PRI a gobernador, si no se concreta la mega alianza encabezada por el tricolor.
Si los principales partidos políticos deciden ir solos y sin alianzas, entonces estaríamos hablando que por el PRD, el candidato a gobernador sería Evodio Velázquez Aguirre; por PT, Beatriz Mojica; MC, Armando Ríos Piter y por el PAN Guadalupe González, o su marido un cacique panista.
Por cierto, a muchos ya no les provocó asombro que el camaleón Ríos Piter, haya retornado a Guerrero para incorporarse al Movimiento Ciudadano (MC) y de entrada haya vociferado que aspira ser candidato a gobernador, o alcalde de Acapulco.
Ríos Piter, primero debiera aclarar si viene a Guerrero para destruir la mega alianza del PRI, o para emprender guerra sucia contra el gobernador Héctor Astudillo, a quien atacó en redes sociales; el mandatario le respondió como se merece, y lo calificó como un cobarde. Armando, todavía anda rumiando su fracaso porque no pudo ser candidato a gobernador en 2015. Hasta parece dama despechada.
Si Ríos Piter, aspira a la alcaldía de Acapulco, debe saber que allá muchísima gente ve con bastante simpatía una posible candidatura del -portero-delantero- Jorge Campos Navarrete, quien tendría el respaldo de miles de deportistas así como todas las ligas de futbol del puerto y de pueblos circunvecinos de ese municipio… Punto.
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