Por Salomón García Gálvez Grafica: https://laotraopinion.com.mx/
Cuando todos vimos y escuchamos ayer el mensaje-informe del presidente Andrés López Obrador, pareciera que estábamos presenciando la rendición de cuentas alegres de un mandatario de la era priista de los años setentas y ochentas, donde el jefe máximo de las instituciones solía decir que, “todo iba bien”, que “estábamos perfectos”. Es su realidad de AMLO, no la que padecen millones de mexicanos, nuevos pobres que ya genera la Cuarta Transformación.
México, ahora es casi el paraíso por no decir Disneylandia: Todo es bonito para quien ostenta el poder y también para sus colaboradores. No existen más de 50 mil muertos por la presencia del crimen; tampoco existen 65 mil fallecidos por causa de la pandemia, ni tampoco miles de desaparecidos, y menos presos políticos (dentro de poco habrá).
-¿Qué horas tiene, mi secretario? –preguntó un día un presidente de la ex República Priista a su subalterno, y éste respondió de inmediato: ¡Las que usted quiera mi señor presidente!
En aquellos años, México vivía la monarquía imperial del reinado tricolor. Varios funcionarios del gabinete de AMLO la vivieron y disfrutaron: Manuel Bartlett (CFE), Olga Sánchez Cordero (Segob), Alejandro Gertz (FGR), Arturo Zaldívar (SCJN), Marcelo Obrad (SER), entre otros.
Él mismo –AMLO-, gozó las mieles del poder cuando fue presidente estatal del PRI, en su natal Tabasco donde la mafia tricolor le impidió ser gobernador. AMLO, abrevó todas las mañas, trucos y marrullerías de la vieja escuela priista, que se transformó en Morena. Ahora, se convirtió en verdugo de su propio establo. Dicen que para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo. A ver si para el 2024, a AMLO no le aplican las mismas recetas, cuando deje el poder; a no ser que se convierta en vitalicio.
AMLO, además de hábil y astuto es todo un actor teatral: Presumió logros de su gobierno y de la 4ª. Transformación; presumió que los NiNis (jóvenes que no estudian ni trabajan) recibieron sus apoyos; también sus “viejitos” y la gente pobre. Son sus bases, su fuente inagotable de votantes que lo mantienen arriba en el Ranking nacional y –dice- en los primeros lugares como “mejor presidente” latinoamericano. ¿Será?... Muchos lo dudan.
Para AMLO, no existen bandas del crimen que se disputan a sangre y fuego territorios a lo largo y ancho del país. Ni los ve, ni los escucha. Él sigue en su campaña para “combatir la corrupción” heredada por sus antecesores, principalmente: Carlos Salinas, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
AMLO, enfiló baterías contra el trío de ex presidentes, a quienes les echó la jauría morenista que antier instalaron mesas receptoras para firmar una burda papeleta donde “el pueblo decidirá si los enjuicia y envían a la cárcel”. Apostamos doble contra sencillo, que ninguno de los ex presidentes va a prisión; ni Calderón, a quien tanto odio le tiene. Existen pactos inconfesables entre AMLO con sus antecesores.
El mensaje informe del presidente AMLO, se llevó a cabo ayer en Palacio Nacional; duró menos de una hora, donde destacó los “buenos logros” de su gobierno, y se lanzó furioso –otra vez- contra los conservadores, y contra ladrones, pillos y saqueadores de la nación. Esa es otra fórmula que le sigue dando magníficos resultados.
El diario El Financiero Bloomberg, dio a conocer ayer su última encuesta donde reveló que subió un 39% el NO para AMLO, en la revocación de mandato; y que también bajó su Ranking hasta en un 56%, el SI.
Es decir: un 56% de mexicanos votarían a favor para que AMLO continúe en el cargo, si hubiera consulta de revocación de mandato; pero como no la hay, Morena, partido -propiedad de AMLO- impulsó una consulta para que la ciudadanía firme si desean enjuiciamiento para los ex presidentes Salinas, Calderón y Peña. Esto, además de burdo, fue una estrategia para que Morena no caiga en las preferencias y se mantenga encendida la llama del linchamiento.
Para el PAN, el gobierno de AMLO cada día lo desaprueban más mexicanos; pero para sus partidarios no es así. Los morenistas, viven ahora su éxtasis; parecen priistas tradicionales, de la más vieja y rancia escuela tricolor de los años setentas y ochentas.
Los del Morena, festejan los dos años de gobierno de su casi emperador, de quien creen que este, los continuará arrastrando por la ruta del triunfo electoral, de cara a la elección intermedia del 2021. Sin AMLO en la boleta electoral, los candidatos del Morena difícilmente ganarían en las urnas. Verían su triste realidad.
Todavía es un enigma qué pasará dentro de menos de un año en términos comiciales. Entonces, a ver cómo marcha la seguridad, economía, finanzas, salud, educación, el agro. Más mal, no pueden estar.
Lo ocurrido ayer en Palacio Nacional, para AMLO fue un exitoso show más, en su papel como el hombre que acapara reflectores; cualquier palabra o gesto de ese personaje, es nota de primera plana.
Para el presidente AMLO, no fueron dos años perdidos de su gobierno de la Cuarta Transformación. “Vamos bien”, volvió a decir.
Para dentro de menos de un año, a ver si los mexicanos no despiertan de una grotesca y larga pesadilla que podría convertirse en truculenta eternidad. México -diría el diputado federal, René Juárez Cisneros- no es Disneylandia… Punto.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Hay 374 invitados y ningún miembro en línea