“Todo el mundo aspira a la vida dichosa, pero nadie sabe en qué consiste”. Séneca.
Si te hubieran enseñado a valorar a la gente, estarías más segura como persona. Si hubieras nacido con un corazón, el cual los hombres y las mujeres distinguieran por dar, entonces estuvieras en otra postura. Si entregaras tu alma al estudio, no te pasarían esas cosas. La vida parece no entenderte, pero eres tú quien vive donde quieres estar. Sin mejoras y con el engaño de años en forma de una prisión. Tú qué ganas cuando perdiste la veracidad, sabiendo tu realidad. Y crees que por tener un trabajo manda la razón, y crees aún más estar bien por hacer lo que te favorece a expensas de otros. Vas cavando una tumba en la cual el futuro te alcanzará pronto, sin sumar que la existencia es delicada, nada es claro con los años cuando abandonas una idea, peor aún si nunca la tuviste.