Karmelynda Valverde
¡ARRRAAANCAAAN!
Como no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, habemus nuevos alcaldes a lo largo y ancho del pozolero,mezcalero y chilenero territorio.
Algunos de estos recién estrenados alcaldes, todavía no se sentaban en la silla pero ya andaban regando el tepache la víspera. Quiera papá Dios darles un enjundioso ‘’pelizquete’’ para que se despabilen y se sacudan las malandrinescas compañías a tiempo, porque ni el horno está pa’ bollos ni la cuatitud guerrerenses para seguir padeciendo gandalleces.
Habitantes de 81 municipios de la geografía guerrerenses, colmados de fe y esperanza en que los nuevos gobiernos municipales no ‘’enchanden’’ más de lo que ya encontraron ‘’enchandado’’. Y miren que desde endenantes el Gobernador electo Héctor Astudillo Flores, les ha venido advirtiendo que más les vale que anden derechitos y por la sombra…porque está tan ‘’ferte’’ el sol que los puede dejar bien tatemados.
Y la neta es que no les va a quedar de otra que pensarlo dos veces antes de inmiscuirse en sainetes delincuenciales. Digo, sobre todo los que hayan llegado ya con conexiones malandras, porque me los van a traer con marcaje corto.
Sin embargo Acapulco y Chilpancingo, que son una especie de joyas de la corona: uno por su importancia turística y el otro por ser la ciudad capital donde se encuentran los tres poderes, están como que en la mira de los guerrerenses. Por ejemplo, muchas expectativas se han creado alrededor del guapetón, Jesús Evodio Velázquez Aguirre. Claro, no faltan los agoreros del mal, detractores fortuitos a los que se les va la cucha al monte, en su afán de descalificar la víspera al nuevecito alcalde del lunamielero Acapulquito. Arajo, si apenas van arrancando motores y estos mequenques ya están haciendo pipí fuera de la bacinica. Hay que darle su tiempo, dándonos color de que no es de ‘’enchílame otra’’ sino de un Acapulco que perdió la inocencia, donde las autoridades han sido rebasadas por la delincuencia organizada, entre otras muchas tingaderas que han vivido y sufrido en los últimos dos años los acapulqueños y sus visitantes.
Por su parte, la cuatitud chilpancingueña, esperan confiados que don Marco Antonio Leyva Mena, sepa sacar el buey de la barranca, y con acciones acertadas sobre todo en el área de Seguridad, les brinde el sosiego que han venido añorando desde hace un buen tiempo. Tanto Velázquez Aguirre como Leyva Mena, son dos hombres bien intencionados y eso neta del planeta cuenta mucho. Aunque los que no saben, pero que son buenos para abrir la boca y meter su cuchara, repiten como tarabilla que el ’’camino al infierno está empedrado de buenas intenciones’’, es de tomarse en cuenta que los presidentes municipales de estos dos estratégicos municipios, en sus acciones de arranque ya con la investidura municipal, muestren decisión por dar su mejor esfuerzo.
Y eso de entrada, nos alborota el chincuale pero de gusto. Quiera papá Dios darles guía, dirección, y sabiduría para que gobiernen ejerciendo el poder de acuerdo a sus preceptos. Sin atrabancamientos de ninguna especie. A ellos, y a toda la cuatitud alcaldicia del resto de mi pozolero estado, pues les conviene aplicarse al mil porque si comienzan a tirar aceite, a regar el tepache, o no se acomoden bien la bacinica, cuando venga el tiempo de la reelección ¡¡¡Jamaica dijo la horchata!!!!
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