Chilpancingo Gro; 24 de febrero de 2016.-Tanto hombres como Instituciones, debieran en algún momento de la vida, hacer un alto y en un ejercicio de introspección, evaluar las acciones no para detenernos ni dejar de hacer, sino para darnos la oportunidad de reconocer las fallas y aciertos que se han tenido, esto es una práctica que da prueba de la humildad que se puede tener para reconocer y enmendar errores cometidos, y así definir nuevas metas y oportunidades de servir.
Recorrer la película de la vida personal o Institucional ,servirá para darnos cuenta de los resultados, evaluar si éstos fueron buenos o equivocados, reconocer es engrandecer lo que está por venir, con este preámbulo, quisiera ocuparme en estas líneas, de nuestra Máxima Casa de Estudios, ahora conocida como UAGro, en la que por historia documentada, se han conocido de acciones buenas y malas, y aclaro, este análisis no es exclusivo de la actual administración sino de otras que le han antecedido, es un fenómeno natural en el que cada quién le da la valoración a los resultados de acuerdo a sus propios intereses.
La UAGro es el centro de la atención, en virtud de tratarse de una Institución que cumple en formar profesionistas con un alto sentido social. En la actualidad los buenos comentarios de la sociedad han sido por la acreditación de sus diferentes planes de estudios, la certificación de sus procesos académicos y administrativos, su programa de capacitación docente y, así como la movilidad estudiantil que ha permitido que jóvenes Guerrerenses de escasos recursos, tenga la experiencia de formarse y convivir en contextos internacionales, entre otros logros.
Sin embargo un punto vulnerable de la actual administración, encabezada por Javier Saldaña Almazán, es la Dirección de Planeación donde se concentran diferentes programas que deben fortalecer el quehacer docente y administrativo de las diferentes unidades académicas, con el propósito de ofrecer el mejor de los servicios a la comunidad estudiantil pero desafortunadamente, los que dirigen estas áreas, se vuelven invidentes hacia su verdadera tarea, y sus decisiones son tomadas bajo criterios enfocados a proteger sus propios intereses, demeritando su responsabilidad Institucional, y exceso de deslealtad a quién confío en ellos.
También la muy señalada y criticada, ha sido la Dirección de adquisiciones, ya que su titular, se ha venido caracterizando por su trato déspota y altanero tanto para el personal del área, así como hacia los proveedores que buscan honestamente ,los favorezcan con alguna adquisición de bienes materiales y servicios, además de que en la realidad, también se nota el privilegio y exceso de atención que se tiene para un reducido grupo de empresas proveedoras que inexplicablemente siempre son los favorecidas ,dejando al margen a muchos otras que no cuentan con la simpatía del titular del área.
En este espacio, nos atrevemos con toda atención, sugerir al Rector Javier Saldaña Almazán, hacer un alto y reflexionar acerca de los resultados que los titulares de las áreas mencionadas, a fin de tomar decisiones tan drásticas como el relevo de sus responsables, el rector de hacer esto, dejará una huella social al reconocer los errores en su administración, y corregir para beneficio de quiénes conformar la comunidad Universitaria.
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