Mientras el gobernador Héctor Astudillo, se reunía en la ciudad de México con el Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación, Jorge Francisco Márquez Montes; el alcalde de Acapulco, el perredista Evodio Velázquez Aguirre, hacía lo propio con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Y el mensaje en la coyuntura de los distanciamientos políticos entre ambos personajes fue demoledor: Astudillo debió aguantar dicho encuentro, pues envío un mensaje de pésima operación política al reunirse con un funcionario federal de menor rango, respecto del alcalde de Acapulco Velázquez Aguirre, quien terminó dejándolo muy mal parado al enviar una señal de fortaleza, tras sostener su propio cónclave político con Osorio Chong. Y mientras eso ocurría allá y Astudillo volvía a fracasar en la operación política, aquí el fiscal Xavier Olea Peláez, “le ayudaba” muy poco a su jefe político. Hay que ver por qué.
RESULTADOS NEGADOS.- Al fiscal del estado lo constriñe la ausencia de resultados. No solo de la permanente ola de asesinatos ocurridos en la entidad todos los días, sino del crimen perpetrado contra el edil perredista de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte. Y por eso se entiende que lance manotazos por todos lados tratando de justificar su desempeño como instancia investigadora. Pero sobre todo, altere la realidad. Y se lee así:
1.- En su comparecencia ante los diputados del Congreso local del pasado martes, el fiscal Olea Peláez, anunció la detención de dos personas ligadas al crimen del alcalde perredista de Pungarabato. Pero la Procuraduría de Justicia de Michoacán, desmintió la información. “En lo que corresponde a la jurisdicción estatal, en la localidad de Paredes –municipio de San Lucas, Michoacán-, fue asegurada una persona del sexo masculino a la que le fue localizada una bolsa que contenía hierba verde con características de marihuana, sin embargo no se encontró ningún tipo de relación con el asesinato del edil guerrerense que había sido amenazado”, detalló en un boletín dicha instancia. ¿Por qué razón mintió entonces el fiscal Olea Peláez? ¿Acaso pretendía con ello mostrar una falsa eficacia que solo exhibió en realidad, su incapacidad para resolver dicho evento criminal? ¿Qué caso tenía exponer a su jefe político, el gobernador de la entidad Héctor Astudillo, cuando las aguas políticas se encuentran muy revueltas por el proditorio homicidio de dicho edil calentano?
2.- El crimen de Ambrosio Soto, sentó un precedente político en la entidad. Porque un alcalde en funciones nunca había sido ejecutado en Guerrero. Se han exhibido en las redes sociales y en algunos medios de comunicación, los pactos y acuerdos inconfesables entre miembros del crimen organizado y autoridades municipales. Pero jamás se había llegado al asesinato contra alcaldes. Por esa razón, el gobierno estatal debe ser el más preocupado. No solo en resolver ese delito, sino en tratar de buscar responsables políticos y atizarle al debate en esa pista. De ahí se desprendería y se entendería, la embestida política reciente contra el edil perredista de Acapulco. Y se justificaría en gran medida, la atención de Osorio Chong al edil de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre. Y el relegamiento y desdén político del secretario de Gobernación, hacia el mandatario estatal tricolor de la entidad. Es decir sería una señal elocuente, en el sentido de que el encargado de la política interna del país, está irritado por el desempeño mostrado por el gobernador Astudillo, en materia de seguridad pública. Por una entendible razón: el crimen de Ambrosio Soto, le pegó con mucha fuerza a la federación tricolor. Y le metió demasiada presión política al propio Osorio Chong. En política, los simbolismos hablan. Y el gobernador Astudillo Flores, parece caer progresivamente de la gracia política de la federación.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El que parece no entender las elementales lecciones de política, es el edil priísta de la capital, Marco Antonio Leyva Mena. Porque después de asumirse como propietario del ayuntamiento de Chilpancingo al que llamó “su casa” –como si estuviera escriturado a su nombre y no se tratara de una institución pública, sino privada-, ahora lo señalan de desviar más de 4 millones de pesos del alumbrado público. La gobernabilidad ciudadana se le escurre de las manos y día con día, a este deficiente aprendiz de la política.
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