El despido laboral de 62 maestros agrupados en la Ceteg, es una medida que de alguna forma, el magisterio disidente agrupado en la Ceteg, ya esperaba. Y por esa razón, es previsible que su movimiento se radicalice. Con ello, el gobernador Héctor Astudillo, envió clara la señal en el sentido de que no está dispuesto a negociar nada con la Ceteg. Y que la Reforma Educativa de Peña Nieto, seguirá su curso normal en una de las entidades del país que ha luchado por abolirla y se ha negado a la evaluación docente. Hay sin embargo, algunos puntos sobre estos despidos que perturban. Es cuestión de ubicarlos.
DESPIDOS SELECTIVOS.- En abierto desafío a las autoridades educativas, el magisterio disidente ha optado recurrentemente por abandonar las aulas para irse a los paros laborales, marchas y bloqueos a la Autopista del Sol. Se entiende que si el secretario de educación, José Luis González de la Vega, obedeció la instrucción gubernamental para despedir a los primeros 62 maestros, es previsible que también lo haga con otros más. Y esto sería operado después de concluir el periodo vacacional de verano. Como tratando de encarecer la negociación por la implementación de la Reforma Educativa. Pero hay algunas circunstancias que no encajan:
1.- En la lista de los despedidos aparece Antonia Morales Vélez, quien forma parte de la Comisión Política y encabeza una fracción divida de esa organización magisterial, la cual mantiene un plantón permanente en la Plaza Cívica de Chilpancingo. Figura también, la secretaria de Organización de la Ceteg, Ana Elena Abarca Ramírez y los integrantes de la Comisión Política, Carlos Botello Barrera de Chilpancingo y Walter Emmanuel Añorve Rodríguez, de Acapulco.
2.- Sospechosamente quedó fuera de esa lista, Reyes Ramos Guerrero, uno de los personajes que encabeza el ala radical de la Ceteg. En su lugar se despidió a Botello Barrera, quien funge como vocero de este bloque, el cual destrozó recientemente las oficinas de Personal, la de Nóminas y la subsecretaría de Finanzas de la SEG. Y asaltó literalmente, algunos camiones comerciales repartidores de jugos y botanas. De esta forma, el gobierno estatal atacó al bloque magisterial más dócil de la Ceteg –el de Antonia Morales-, pero no quiso tocar a Reyes Ramos, quien también mantiene desde hace un año, un bloqueo permanente en la avenida Ruffo Figueroa y Circunvalación de Chilpancingo. Y a casi nueve meses de que Astudillo Flores tomó posesión como gobernador, no ha existido negociación política que lo desaloje. Se entiende que tanto el gobernador como el secretario de Educación, González de la Vega, no quisieron desatar la ira de este dirigente. Sin embargo, ya lo hicieron. Y le dieron otra bandera de lucha. También, una justificación más para radicalizar en mayor proporción, sus acciones.
3.- Uno de los primeros pasos de la Reforma Educativa, consistió en centralizar los pagos de nómina. Es decir, que la Federación les pagara a todos los trabajadores de la educación. Se entiende que ese proceso ya concluyó. Y por eso el gobierno estatal pasó a la etapa del finiquito de las plazas del magisterio disidente. De esta forma, el mandatario estatal se blindó contra cualquier presión. Es decir, los maestros tendrán que ampararse contra esos despidos no en el plano estatal, sino en el Federal. El presidente Peña Nieto y el secretario de Educación, Aurelio Nuño, le apostarían de esta forma al cansancio natural de todos los despedidos en ese largo trajinar jurídico. Y como la Reforma Educativa está elevada a rango Constitucional, los amparos chocarían de frente contra esa limitante. Con el inconveniente de que la crispación social podría agudizarse. Ese cálculo político al parecer, no lo han sopesado bien. Ni Peña Nieto. Ni Héctor Astudillo.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Este sábado, el PRD decidirá el nombre de su dirigente nacional. Aparece la secretaria de Educación de la Ciudad de México, María Alejandra Barrales Magdaleno, apuntalada por el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. Y la ex candidata a gobernadora por Guerrero, Beatriz Mojica Morga, apoyada por la tribu los chuchos de Nueva Izquierda (NI), y el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo. Un sector minoritario apoya a Pablo Gómez. Las tribus están privilegiando sus intereses. Y no entienden su propia debacle.
(Foto: suracapulco.mx)
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