CIUDAD DE MÉXICO, 23 de enero.- Un crucero ruso que en cierto momento se creyó se había hundido, navega a la deriva, sin tripulación, rumbo a costas británicas, pero, se presume, que lleva una amenaza a bordo: miles de ratas hambrientas y con ellas el riesgo de enfermedades.
Se trata del buque Lyubov Orlova -nombrado en honor a una actriz soviética- que avanza sin rumbo en aguas del Océano Atlántico, cerca de Escocia, y que ha originado gran preocupación en la guardia costera, según lo reveló el diario Daily Mail.
El navío, de 100 metros de eslora, ha sido detectado por radares cerca de Escocia; pero aviones británicos sobrevolaron la zona y no encontraron nada, por lo cual le han llamado el “barco fantasma”.
Se prevé que el crucero, de llegar a tierra, lo hiciera en costas al oeste de Irlanda, de Escocia o al sur de Inglaterra. Ante esto, las autoridades costeras irlandesas se declararon en alerta.
El Lyubov Orlova comenzó a navegar en 1976 y formó parte de la Compañía Naviera del Oriente Lejano de Rusia hasta 1999. Fue vendido a Malta donde fue acondicionado para realizar cruceros árticos a costas de Canadá.
En este país de Norteamérica, fue decomisado a consecuencia de numerosas deudas. Permaneció hasta 2012 en un puerto canadiense, hasta que República Dominicana lo compró para desguazarlo.
En el trayecto de Canadá a Dominicana, el cable de remolque se rompió y desde entonces ha navegado solitario a donde la corrientes marinas lo empujen.
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