Foto: https://guerrero.quadratin.com.mx/
Chilpancingo fue la ciudad que lo vio nacer y crecer, nunca nos imaginamos que este joven talentoso, amable y sabedor del quehacer político muriese de esa manera.
Lo sociedad seguirá conmocionada esperando a que su muerte sea esclarecida y no quede impune.
Como todos los habitantes de Chilpancingo, muchos lo conocieron desde niño y lo observaban en su desarrollo y crecimiento intelectual, humano y político.
Como no recordar sus juveniles y carismáticos pasos en la política apoyando siempre a los grupos más vulnerables de la capital.
Fue un eterno e inquieto caminante que atrajo y mereció el consejo, aprecio y cariño de parientes, vecinos y de un número creciente de amigos, así como de prominentes políticos.
En las elecciones pasadas el exdiputado local Alejandro Arcos Catalán fue elegido por la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN-PRI-PRD), como su candidato a presidente municipal en la capital del estado.
Arcos Catalán, quien era integrante del grupo político perredista Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), que encabeza el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, sería candidato por segunda vez consecutiva.
En la elección de 2021, el perredista fue derrotado por la entonces alcaldesa de Morena Norma Otilia Hernández Martínez, y aunque primero se inconformó con los resultados de la elección, al final los aceptó.
Todo parecía marchar sobre ruedas en su carrera política, había ganado primero la candidatura y después la elección del 02 de junió de 2024 aunque con un margen muy estrecho. le ganó la carrera por la presidencia de la capital, a otro joven político, precisamente también nacido y ampliamente reconocido en Chilpancingo.
Justo apenas cuando iba a tomar protesta ya le habían matado al que sería el encargado de la Seguridad Pública en el municipio, horas después al que sería su Secretario General de Gobierno.
Pero la saña con que fue cometido su homicidio llevaba un mensaje directo y contundente, así es como opera la Delincuencia Organizada en Chilpancingo.
La tarde del sábado cuando Alejandro Arcos salió a repartir víveres a las colonias, se separó de su esposa, su gente sabia con quienes se reuniría al dejarle este a su gente de confianza al término de su gira, conocían a las personas con quiénes mantendría una reunión, y tras su desaparición comenzaron a difundirse muchos rumores, muchos dijeron que no era la primera vez que lo hacía, siempre se mostraba seguro a pesar de las múltiples amenazas que recibió durante su campaña.
Algunos decían que mantuvo una alianza pública y evidente con la ex alcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández, quien fuera vinculada a un grupo de la delincuencia organizada (Los Ardillos).
Otros refirieron que durante su campaña se le acercaron y se le vincularon con personas del grupo delictivo del Valle del Ocotito.
¿La pregunta es…por qué no solicitó de manera institucional y de oficina el refuerzo a su seguridad personal durante su campaña?, ni siquiera posterior al homicidio de quien sería su secretario general.
Los homicidios del que sería su propuesta para ocupar la secretaría de Seguridad Pública de la Capital y de su secretario General de Gobierno, son posiblemente las señales más claras de acuerdos no cumplidos que derivaron en su propia muerte, lo que es totalmente lamentable.
Alejandro, nunca pidió seguridad al estado, aun así, contaba con elementos de estatales y federales que lo custodiaban todo el tiempo, ¿que pasó entonces cuando se separó de su familia y se fue en un vehículo, pero apareció muerto en uno que no era el que ocupaba habitualmente?.
Preocupa que los más cercanos, los de toda su confianza sabían por qué no solicitó de manera institucional ni para él y tampoco para la gente de oficina el refuerzo a su seguridad personal durante su campaña, ni posterior al homicidio de quien fuera su secretario general.
Especulaciones todas, la realidad pocos la conocen, pero como sucede en este tipo de asesinatos, los de gran impacto, la verdad siempre sale a la luz y será entonces cuando la ciudadanía sepa quien mató a Alejandro Arcos Catalán. Descanse en paz…
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