Al calor de mis recuerdos arranco a mi guitarra tristes notas, hoy que mi padre ya me falta, mi espíritu se llena de añoranza, sorbo a sorbo doy cuenta de mi copa y entre brumas me re monto a los años ya pasados……Que lejana la niñez vivida ¡tardes a la Virgen….flores ofrecidas! niños inocentes! de ilusiones, a Jesús, le llevábamos ensartas!
¡Azoyù!, pueblo querido….Girón escondido de mi patria, provincia virgen Mexicana, de tradiciones y costumbres coloreadas, son tus calles empedradas…con piedras que el tiempo y la revolución gastara y las torres de tu Iglesia, mudos guardianes de tu tradición Cristiana. Los cambios de mayordomías, la “llorada” son costumbres ancestrales, al igual lo son tus danzas, coloridas y variadas….“El tigre, el toro y los vaqueros” “La tortuga”, “el macho mula”, “Los diablos”, “la conquista”, “Los chareos”, “los apaches” y también “los doce pares”.
Voy pasando “las ollitas” ya entrando a la población, las “cámaras” y cohetes, los acordes de la banda agitan mi corazón ¡el Señor Santiago Apóstol está siendo festejado!
Azoyù!, tierra querida, es tu ambiente provinciano una caja musical y el canto del “tingùiliche” le da un toque sin igual, las fábricas de machetes ..¡ha…que lindo despertar! Tierra de mis amores; eres agua cristalina…eres blanca luz de luna con aroma de café en jarro, tus callejones, ¡de recuerdos derramados! tus tejados, de bugambilias coronados, y tus vetustos portones…En las fiestas, amanecen orinados.
Camino hacia el arroyo “chuchapa”, Doña Eulogia….vivía, enredando de tabaco sus cigarros, se oía y cantaba...“son las once, y media para las doce y yo aquí en la esquina, esperando a mi chatita, salió y me dijooo…..corazón, ya voy pa’ allà…. ¡¡¡Àja!!!…..
¡y en tu fiesta mayor del día ocho de mayo, San Miguelito…nuestro Santo Patrono es festejado!
¿dónde quedó la bolita?..¡marchaaaanta lleve el rebozooo! Tus puestos y ramaditas, con ramas de hojas por techado; ¡dulce de Ometepec!…don Julián con sus gaseosas, ¡què divertido el “volantín”
¡de Cuaaana la ciruela hervidaaaa!..
y allá, por las orillas….de piedra, cargados diez burritos..Don Miguel Lozada les llama la atención a gritos:
Burros!, burros!,…hijos de un chingados!…luego, recuerdo a un viejecito…pelo cano, voz serena, hacedor de miles de obras buenas…es…Don Melquiades!..¿y los Bautista?, ¡gente buena!
Cuatro de la mañana…suenan los “picheles”es Don Filogonio Justo,… ¡Lauro,.. Luis!…¡Vamos a la ordeña!.
Son èstos para mì,… Recuerdos bañados con rocíos de oro!…dulce melodía entonada a bajos decibeles…Con ojos de lágrimas razados, a mis amigos recuerdo con cariño…¡Dios mìo!….Azoyù de mis amores!..¡Papà,…Mamà…he vuelto a ser un niño!…..
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