Por César González Guerrero
De acuerdo con la Ley Agraria, en México, la tenencia o propiedad de la tierra, se divide en Ejidal, Comunal y Privada.
El término Ejido se define como el espacio o tierra que se encuentra a la salida de la población. Es una palabra que proviene del latín “exitus”, y que se traduce en salida.
Como núcleo agrario, el Ejido, tiene fines productivos para superar la pobreza, y su existencia se fundamenta en la fracción VII del artículo 27 de la Constitución Política de México, desde 1917, vigente hasta a la fecha, y sus antecedentes datan de la Ley Agraria de 1915, promulgada por el Presidente de la República Venustiano Carranza (1917-1920), el 6 de enero del mismo año, planteada originalmente por el Gral. Emiliano Zapata.
En su periodo presidencial, el Gral. Lázaro Cárdenas (1934-1940), reparte más de 18 millones de hectáreas, estableciendo la propiedad ejidal de las tierras, producto de la expropiación de los Latifundios, creándose alrededor de 11 mil Ejidos. Razón por la cual se le considera como el promotor e impulsor del Ejido en México, con la visión de garantizar la alimentación, tanto en cantidad como en calidad, a todos los mexicanos, así como también, salvaguardar la soberanía y seguridad en materia alimenticia.
Como parte fundamental del adecuado funcionamiento de los Ejidos, el Gral. Cárdenas, también crea el Banco de Crédito Ejidal (BANJIDAL), como la institución responsable de otorgar apoyos financieros para la adquisición de maquinaria y equipo, Insumos productivos, asistencia técnica, capacitación, investigación y educación agrícola.
El Ejido se define como una sociedad de interés social que, de acuerdo con datos oficiales del Registro Agrario Nacional (RAN), hasta el año 2018, existían aproximadamente 30 mil ejidos a nivel nacional, localizados en una superficie aproximada de 83 millones de hectáreas, distribuidos en las 32 entidades federativas; es decir, las tierras Ejidales ocupan más del 51 por ciento del total, siguiendo la propiedad privada con más del 20 por ciento, un 9 por ciento comunal, un 3 por ciento público y menos del 0.5 por ciento como colonias agrícolas.
A nivel estatal, en Guerrero, se menciona que existen más de 1,055 ejidos, ubicados en una superficie que rebasa los 3 millones de hectáreas.
Como es bien sabido, en México, aún existen algunos latifundios, o sea grandes extensiones de tierras, cuyos propietarios se benefician, por ser las más productivas, ya que cuentan con obras de riego, y sus productos se comercializan en mercados internacionales. Principalmente se encuentran en la región centro y norte del país.
Por supuesto, la mayoría de los Ejidos, se caracterizan por la pulverización de la tierra y conflictos internos, que no permiten la armonía y el desarrollo de los pueblos. Quizá, a veces, promovidos por las propias autoridades y supuestos "líderes", interesados en dividir a los Ejidatarios, y así, mantenerlos en el abandono y la marginación social.
A la fecha, solo como un ejemplo, en el municipio de Copala, Región Costa Chica de Guerrero, sus cuatro Ejidos ( Copala y sus anexos, Ojo de Agua Las Salinas, Las Lajas y Las Peñas), tienen recursos naturales suficientes para hacer de sus comunidades, lugares atractivos para la inversión local, nacional o extranjera; sin embargo, la falta de organización, capacitación y apoyos gubernamentales, así como el desconocimiento de esa riqueza por parte de los gobernantes, no permiten salir adelante, obstaculizando el progreso y bienestar de la población.
Así como este municipio de Copala, la mayoría requiere de la atención de las autoridades de los tres niveles de gobierno, y en lugar de fomentar conflictos entre los propios Ejidatarios, deberían servir para solucionar, en tiempo y forma, todos sus problemas, empezando por acabar con la corrupción, el burocratismo, la soberbia, la negligencia y el desinterés, que tanto daño ha causado a los trabajadores del campo.
Esperamos pronto lleguen al poder personas visionarias, capaces de instrumentar políticas públicas viables, y terminar con la improvisación de servidores públicos que no sirven, y funcionarios públicos que no funcionan.
Ya veremos...