El 18 de enero de 1978, Rubén Figueroa Figueroa promulgó la Ley de Conservación y Vigilancia de Tasco de Alarcón. El ordenamiento de 25 artículos, regula el cuidado y preservación de la imagen y fisonomía colonial de la ciudad y dispone que, para realizar cualquier obra de construcción o remodelación se requerirá invariablemente la autorización de la Junta de Conservación y Vigilancia de Taxco (JCyVT), un órgano formado por ocho miembros representantes del gobierno estatal, municipal, colegio de arquitectos e instituciones de educación superior, que promoverán conjuntamente el respeto a la casas de estilo típico y colonial de ese destino turístico. La norma señala que la autorización de la Junta es necesaria en caso de que se modifique la arquitectura típica o colonial y en general, el paisaje de la ciudad.