Por Karen Yhmoff Vázquez
El cántaro o también llamado vasija de barro es un utensilio que se ha utilizado en toda Mesoamérica como contenedor de agua, se han encontrado piezas prehispánicas elaboradas con cerámica, barro y arcilla, es un utensilio con bastante popularidad en las localidades donde abundan los ríos, manantiales y ojos de agua por su función como contenedor del líquido vital.
Existen registros que el cántaro ha sido utilizado como instrumento musical en diversas partes del mundo, tales como Nigeria, la India y México.
En nuestro país no se ha encontrado ningún registro donde las vasijas de barro fueran utilizadas como instrumento musical, sin embargo, existe la reinterpretación a partir de las piezas arqueológicas encontradas, donde los personajes de dichas piezas parecieran hacer música con este utensilio.
Existe una gran diversidad en la forma de los cantaros como instrumento musical, desde las ovoides con la base y la boca más estrecha que el resto del cuerpo; los esféricos y los aguadores con forma alargada. También existe distinción en el perímetro de los cantaros, que es medido con la longitud de los brazos de las personas que lo elaboran, esto se refiere a la capacidad de abarcar el cántaro con los brazos, los hay de una brazada, media brazada y un cuarto de brazada.
El cántaro es considerado un instrumento indígena, ya que desde hace algunas décadas se registró su uso en la región mixteca como parte de los conjuntos de cuerdas, también se encontró que los amuzgos de Guerrero y Oaxaca lo utilizaban para acompañar las chilenas.
Hay diversas formas de tocar este peculiar instrumento, una de ellas, es percutir con una mano la boca del cántaro con un pañuelo y con la otra tapar y destapar la boquilla, para así generar sonidos agudos y graves; otra forma es, sujetar un caucho a la boca de cántaro y con una mano se tensa y se suelta el tensor para generar un sonido grave mediante vibraciones y con la otra mano se percute en el cuerpo del instrumento para un sonido agudo; finalmente, el percutir con ambas manos el cuerpo de la vasija para generar ritmos agudos.
Este instrumento es considerado aerófono cuando se golpea la boquilla, ya que el viento es lo que produce el sonido, y a su vez es considerado un ideófono ya que, al golpearlo con la mano en diversas partes, el cuerpo del instrumento genera diferentes sonidos.
De acuerdo a la información proporcionada por el músico Erick de Jesús, el uso del cántaro en la en la tradición musical guerrerense, fue utilizado como una curiosidad que se generó al escuchar el sonido de la vasija con agua, ya que emite un “sonido húmedo”, con el paso del tiempo y la llegada de otros instrumentos a la región, el cántaro se fue acoplando a los ensambles musicales, pero no fue hasta los años 50s que en la región centro del estado de Guerrero se le adaptó un caucho y una cuerda para generar un sonido más fuerte, pero dejo de ser utilizado debido a los altavoces y los instrumentos de percusión que sonaban más fuerte. Fue hasta el año del 2003 que los grupos musicales de folklor retomaron el uso del cántaro para acompañar sus interpretaciones.
No cabe duda que el cántaro como instrumento musical, genera gran curiosidad entre los espectadores, su sonido es una buena base para cualquier ensamble musical, además es un utensilio que ha sido utilizado por la humanidad a lo largo de la historia.
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