Integrada por más de una treintena de máscaras hechas a base de madera, cartón y pelaje de caballo, pinturas y pieles, la exposición Los diablos de Guerrero ofrece expresiones de la cultura de las regiones Norte y Costa Chica de la entidad, donde la figura del diablo forma parte fundamental de la cosmovisión de los pueblos que las integran.
La colección de máscaras del Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC) estará en exhibición durante este mes, en la sala de exposiciones temporales del Museo Histórico de Acapulco Fuerte de San Diego y muestra bailes y danzas de la parte sur del país, informó la integrante del departamento de Servicios Educativos del lugar, Lucía Camacho Álvarez.
Explicó que los bailes y danza de la parte sur de México, cuentan con raíces universales, ya que conjugan la experiencia cultural y rasgos reunidos por acontecimientos históricos en esas regiones.
Mencionó que, de acuerdo con la información que acompaña las máscaras, se cuenta con múltiples relatos y descripciones de estos bailes; algunos se refieren a la seducción de su contenido y otros a rituales.
Señaló que la música y la danza como manifestaciones de la humanidad, reflejan expresiones externas de una cultura, entre los que destacó los sentimientos, la religión, además de los perfiles étnicos y sociales de un pueblo.
Detalló que las danzas no sólo son un motivo para el esparcimiento social, sino que “poseen un sentido mágico y religioso porque el danzante no baila para su diversión o la del público, sino que son una plegaria que invoca el apoyo de las fuerzas que considera superiores y, mediante el baile demuestran su devoción y respeto a la divinidad”.
Hizo referencia a que las danzas, tanto de los diablos de la Costa Chica, como de Teloloapan, son una mezcla de tradición cristiana e indígena, puesto que se percibe una serie de elementos que muestran toda una cosmovisión, una forma de ver al mundo, de entenderlo.