‘’!Qué no le saquen!’’ exclamó en Do de pecho, la Matahari en cuanto se dio color que a muchos de los alcaldes sigue sin latirles el Mando único Policial. Yo tuve que responderle ‘’¡Pues que no le metan!’’ porque bueno, antonchi ¿De quién es la responsabilidad de que sus ‘’polecías’’ no hayan pasado el control de confianza y calidad?. Aunque neta, no creo que la cuatitud alcaldicia le esté sacando al parche por este ‘’detallito’’ ¿O sí?.
Esta k maraca. Por ejemplo en el caso de Tlacoachis, que aunque a decir del alcalde, los elementos policiacos son hombres buenos que fueron avalados por la ciudadanía, tendrán que ser chispados porque no pasaron los exámenes de control y confianza. Es de cuidado el asuntacho, y por lo mismo, porque por un lado tendrán que hacer despidos (o reubicaciones) pero es de provocar urticaria almática que si le entran al Mando Único Policial, les vaya saliendo el remedio ‘’pior’’ que la enfermedad.¡Arajo hermanito chulo! y quien les pondrá cuidado y mecate corto a los jefazos que luego son los que traen sus amarres y choqueras.
Y pueque sea por esto, y por muchas cosas más que algunos munícipes le andan sacando al parche. Bueno, exactamente, pero si se la están llevando tranquiquis, meditando, reflexionando, porque neta que no es de enchílame otra, sino de ‘’¡Cuidao que eso tiene cocorícamo!’’ (dominicanos dixit).
Claro, como era de esperarse los alcaldes pricolores se han alineado ‘’ipsofactamente’’, no así los compitas perredianos y esto es válido por lo delicado del tema, además de que al revés volteado sería, si el Gober fuera del bando amarilloso, ya que antonchi serían los pricolores y la oposición en pleno a los que les correspondería deshojar la margarita ‘’¿Le entro o no le entro?’’.
Mientras tanto a la cuatitud pozolera nos sigue llevando la tía de las muchachas. Mi pozolero estado sumergido permanentemente en un baño de sangre. Los anhelados orden y paz, siguen, tristemente, formando parte solamente de un slogan de campaña. Y por supuesto esto no que tiene que ver con el empeño y desempeño del Gobernador Astudillo, sino con la tremebunda rebasada que han sufrido las autoridades en general.
Vuelvo y repito, fiasco tras fiasco las estrategias de Seguridad del encargado de la ídem nacional. Y ya neta, hasta me da pena ajena mencionarlo, porque al menos Matahari cree que le tengo ojeriza a don Miguelito Osorio, pero nones como dijo Tom Jones, pero es que es la neta, el ñor no da una.
Sí, si, si, a don Héctor la Federación hace como que le ayuda, pero es pura pantalla. Ahora el lunamielero Acapulquito y Chilpanyork se han convertido en consuetudinarios lugares de visita para don Quiquirrín, Doña Chayo, don Miguelito y Cía. Abundantes choros discursivos, rimbombantes anuncios, entrega de papelitos y otros chunches, y chalalá, chalalá, pero taná seguridad.
Ah, pero como bendito Dios, a pesar del titipuchal de muertes y los ríos de sangre, la gente sigue visitando nuestro paradisiaco puerto, los funcionarios federales se hacen como que la Morenita les habla. Y así no se puede, papá Dios, ¡porfis pon orden!.
Confío y espero que la deshojada de la margarita de los acaldes de la oposición no obedezca a políticoides fines, y en verdad estén contemplando los pros y contras que a decir de muchos están empatados. ¡Ah, chintehua! Cuanto extraño aquél Bello Nido, cuando los mañosos cuando mucho se metían a nuestras casas en la madrugada y solo te pepenaban algunas cosas. Y vuelvo a extrañar Laco y su macana, aquél ‘’célebre’’ policía que tanto recuerdos trae a varias generaciones de ometepequense.
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