*DESAPARICIÓN. Lugareños denuncian que animales como la carpa, el pato, la garza y pelícanos han desaparecido en zonas de la laguna.
ACAPULCO, Gro.- Con los pescados sobre su carretilla de metal azul, Yolanda sale a caminar por la zona rural de Acapulco, Guerrero. Ofrece popoyote, tilapia, cuatete y mojarra. “Ya no hay más, y apenas se vende en 15 pesos una docena”, cuenta mientras mira su mercancía reposar en el pequeño transporte gastado.
¿Qué pasó en la Laguna de Tres Palos que de 30 especies de peces, sólo quedan unas siete, a decir de los lugareños? En esta enorme laguna que fue escenario para filmar escenas de películas de Tarzán, la naturaleza agoniza por la contaminación.
Lo dice Yolanda y su marido, quien es pescador. Lo afirma su compañera que se sienta junto a ella para tratar de vender pescados secos. Lo dice también los 6 mil 500 miembros de al menos 180 cooperativas y 16 federaciones pesqueras que desde hace más de 15 años han visto cómo cada día consiguen menos producto.
“Las especies de mayor valor comercial se han extinguido, como son la mojarra rayada, la mojarra blanca y el sábalo... otras han disminuido drásticamente como la charra, el róbalo, camarón... la actividad ha decaído totalmente; únicamente sacamos para sobrevivir. Ya no puedes ahorrar. Ya no se puede hacer nada. Todo se acabó”, explica Arturo Villanueva Genchi, presidente de la Federación Pesquera y Acuícola Palabras de México, ubicada en la comunidad el Arenal.
Desde que empieza a clarear, a las 7:00 horas, Yolanda sale a caminar por las veredas de tierra y humedad del poblado a ofrecer su mercancía y ganar, en promedio, alrededor de 100 pesos diarios. Ella sabe que la gente de la ciudad ya no va porque consideran que el agua de la Laguna de Tres Palos está muy contaminada.
Una historia de descuidos
Ubicada a 30 kilómetros al sureste del centro de Acapulco, entre el Puerto Marqués y el Aeropuerto Internacional, esta laguna se caracterizó durante años por la diversidad de especies de flora y fauna. Había garzas y todo tipo de aves acuáticas formaban parte del escenario del lugar. Ahora cada vez son menos, aseguran los habitantes.
Pero lo peor para los pescadores es la escasez de producción, ya que se agudizó de manera alarmante desde hace una década.
Fue hace 20 años cuando en esa zona inició el auge de construcciones de unidades habitacionales como la llamada El Coloso, que fue el detonante para que los pescadores se movilizaran e iniciaran su lucha para exigir a las autoridades que no permitieran que se enviaran descargas de aguas negras a la laguna. Sin embargo, su batalla no dio resultados.
A dos décadas de esas construcciones que como epidemia comenzaron a multiplicarse, los daños en el ambiente son evidentes.
Así lo manifestó en su momento, en 2009, el subdelegado de Planeación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado de Guerrero, Gerardo Santiago, quien había alertado a las autoridades locales la devastación del mangle donde, explicó, se está “modificando el ecosistema de manera peligrosa”, e hizo un llamado para que se dejen de construir más casas.
El mismo ex gobernador del estado Zeferino Torre Blanca culpó a las administraciones pasadas del ayuntamiento por otorgar los permisos para la construcción de viviendas.
Pero a la fecha, centenares de hogares están establecidos en los alrededores de la laguna, la cual tiene una superficie de 50 kilómetros cuadrados y es el punto de desemboque de los ríos Sabana y Papagayo.
“No se ha podido la lucha contra ellos porque nos ha faltado conocimiento, además de gente que nos ayude”, dice Arturo Villanueva.
Responsabilidad histórica
Para el ex delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado, Leonel Lozano Domínguez, la contaminación de la Laguna de Tres Palos y otros cuerpos de agua es una responsabilidad histórica y compartida en las últimas dos décadas por parte de las autoridades tanto de los gobiernos municipal, estatal y federal.
Él dice que desde hace 15 años se han hecho propuestas de saneamiento de la Laguna de Tres Palos a las autoridades de los tres niveles de gobierno y no se han tenido resultados hasta la fecha a las peticiones, sino por el contrario, esto se ha agravado y es uno de los muchos problemas que tiene la laguna.
El también asesor del gobernador guerrerense Ángel Aguirre Rivero en materia ambiental, comenta que la Laguna de Tres Palos requiere saneamiento de manera urgente, una delimitación de la zona federal de modo tal que impida el crecimiento anárquico de asentamientos irregulares.
“Dentro del agua, cuando hay sequía y no hay lluvia, la laguna se contrae, entonces se inician los procesos de rellenos para asentamientos irregulares, ya sea de viviendas precarias y desarrollos inmobiliarios a las grandes empresas ya conocidas”.
El investigador agrega que otro de los problemas de la escasez de especies marinas es la pesca no regulada en la laguna, además de utilizar artes prohibidas sin ordenamiento pesquero y otro de los daños ecológicos son las descargas de aguas negras.
“También se requiere la regulación de las artes de pesca, los tiempos de vedas, introducción de cultivos en jaulas y el saneamiento”, precisa.
El pasado 5 de junio, el mandatario Ángel Aguirre Rivero presentó junto con el secretario de Semarnat, Carlos Toledo Manzur, el programa de Saneamiento Integral de la Laguna de Tres Palos y la Cuenca del Río de la Sabana, con el que reconoce la magnitud del problema y la urgencia para poder atenderlo cuanto antes.
El plan incluye la entrega de vales por un total de 150 mil plantas a las comunidades de la zona alta de la cuenca, para así iniciar la reforestación y rehabilitación del ecosistema.
Su corresponsabilidad también la comparte el gobierno municipal, que el pasado martes anunció la inversión de 12 millones de esos para diversas acciones con el fin de incentivar e impulsar el desarrollo pesquero y acuícola en la laguna.
“Esto refleja la voluntad de un gobierno para que ustedes tengan posibilidades de una pesca exitosa”, dijo el alcalde Manuel Añorve.
Pero eso a los pescadores no los conovence. Ellos piden programas de empleo, piden más recursos para impulsar la producción y piden más ayuda para arreglar sus viejas embarcaciones, cuyas piezas oscilan entre 800 pesos de costo, dicen, mientras el gobierno les da 500 pesos al año para mantenimiento.
Urgen implementar mecanismos
Jacinto Pineda Gómez, presidente de la Cooperativa de Pescadores Tres Palos, estima que se necesita una solución inmediata al problema de contaminación, y dice que animales como la carpa, el pato, la garza y pelícanos han desaparecido en zonas de la laguna. “Es urgente llevar a cabo algunos mecanismos de conservación ambiental para el rescate de estos animales”, menciona y pide una reunión con instancias federales responsables.
“Las ventas han caído en 90%; antes, por vender pescado se sacaban hasta 900 pesos y ahorita 300 es considerado muchísimo; además que deben repartirse entre los pescadores”, cuenta Arturo Villanueva al describir que lo que gana no le alcanza ni para comprar los muebles básicos para su casa.
Mientras, salen cada día con la esperanza de vender lo poco que pescan. En carretillas, como la de Yolanda, recorren cada día municipios como Ayutla, Marquelia y Chilapa, donde ofrecen sus pescados que muchas veces se quedan. “Cuando eso pasa, tenemos que guardarlo y ponerlo a secar para vender los pescados secos”, explica Yolanda mientras se tapa con una mano el sol que llega directo a su cara.
A su lado está Macaria, su amiga que se dedica a lo mismo. En una carretilla similar, pero un poco más vieja, traslada unos 30 pescados secos que intenta vender después de que frescos nadie los quiso. El trasmallo que se va desechando también lo utiliza, dice. “Sirve para venderse como estropajo”.
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