Todo va a depender con qué ojo, con qué óptica se analicen ríos de tinta, litros de saliva ejecutados para configurar lo que se considera "crimen de Estado" y que ha pasado de un asunto del "orden común", hasta llegar en lo que apariencia ha sido reducido desde un principio: algo "mediático" que sirve a quien lo maneje y, como una extraordinaria oportunidad para "golpear" a Zeferino Torreblanca, vengarse del cretino ex gobernador pero, al final del día ¿a quién le importa saber la verdad-verdad de este asunto?.
Pareciera que a nadie.
Las anteriores conjeturas, dilucidadas por un grupo de amigos de diversas expresiones, permite ir desbrozando datos, detalles, movimientos que para el común de la gente, aún para los periodistas "más avezados", al parecer escaparon.
Vamos a la primera génesis. ¿Sabíamos o por mejor decirlo, sabía Zeferino Torreblanca al designar a Albertico Guinto Sierra como Procurador de Guerrero y encargarle el caso Chavarría, que éste litigante era ya el compañero sentimental de la señora Thelma Aguirre?, la respetada dama es hermana del actual gobernador Angel Aguirre y, en ese entonces, Senador. ¿Quiere decir que la designación de Albertico pasó por la consulta, aunque así fuera amistosa al cuñado Angel (supuestamente distanciado de Zeferino)?; cierto que Albertico enfrentaba en discreción y reserva el divorcio de su primera relación, porque ya había además una descendiente con su actual pareja y, allí vemos aunque sea lejano, un conflicto de intereses ¿Qué tanto supo Albertico de primera mano respecto al homicidio de Chavarría y, qué tanto avanzó en las indagatorias en el mismo? peor aún, ¿qué tanto compartió a nivel de familiaridad con su pariente político, en ese momento Senador priista, el asunto y qué tanto lo confió en confidencialidad?.
Lo anterior es un elemento novedoso que expongo con todas sus reservas, al grado de que la descripción aquí expuesta, la inscribo más en una novela de corte "negro", esperando que ojalá así fuera, sin embargo, lo que a ese grupo de contertulios nos queda más que claro es que, así que como usted diga ¡qué bárbaro, qué interesados están en dar con el autor material e intelectual del caso Chavarría!, pues ¡no!
¿O usted apuesta que sí?
Hasta el momento, a casi tres años de distancia, lo que ha sobrado son los homenajes, las declaraciones y exigencias de esclarecer el suceso lamentable, pero sobre todo, la propicia ocasión para desmedrar al gobierno de Zeferino Torreblanca, el aprovechar lo poco o nada que haya para venganzas cuasi personales, que tampoco conducen a nada de esclarecer nada. Que si no hay documentos en la Procuraduría estatal ¿será porque entregaron todo a PGR?, ¿que alguien debió quedarse con copias certificadas?, tal vez, pero las guarda celosamente para protegerse.La segunda génesis prefieron guardármela para no alimentar impudicias y, un poco en broma, para no rebasar por la derecha a la extraordinaria Agatha Christie, que, seguramente de enterarse de este caso, nos diría con su impecable inglés (traducido a lo mexicano): "no, pos las evidencias siempre han estado ante nuestra vista todo este tiempo. Todos sabían lo que sucedería 3 años después; los actores secundarios que han actuado en esta farsa, hoy son connotados actores en puja por cargos, puestos, relevancias. Algunos ya lo lograron, otros guardan discreto mutis, prefieren el anonimato, así lo sabían desde el principio, cuando aceptaron ocupar cargos para empuercar más el agua antes que aclararla", queda allí pues para el imaginario popular y periodístico, echar a volar la "tortuosa, vengativa y calenturienta imaginación" sobre quienes han sido los beneficiarios del homicido aquel. Porque de que hay beneficiarios, a todos les queda claro ¿verdad Agatha? ¿O no Hércules Poirot?.
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