Decía Juan Jacobo Rousseau que la diferencia entre hombre y ciudadano era el que el hombre perseguía la felicidad y el ciudadano buscaba la justicia; de ahí se deriva que el concepto ciudadanía mantenga como raíces la política y el derecho.
Si este concepto se ha mantenido inalterable hasta nuestros días, bien podríamos decir que el diálogo del ciudadano con el poder público no es más que el intercambio de opiniones e ideas de manera pacífica para llegar a un acuerdo.
Es mas, el dialogar es una modalidad del discurso oral y escrito en el que se comunican dos o más personas en un intercambio de ideas a través de cualquier medio.
En este marco de ideas se celebró el pasado 16 de julio en el puerto de Acapulco la que se denominó Diálogo Cumbre por la Convivencia y la Paz que presidió el gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien escuchó en forma directa las conclusiones de los foros celebrados en las siete regiones de la entidad en dónde se expresó la ciudadanía respecto a la situación de inseguridad, violencia y falta de oportunidades de desarrollo para la población, lo que ha afectado en forma directa la paz pública y por consiguiente la convivencia pacífica de las comunidades.
Fue sin duda alguna un hecho inédito por la forma no ortodoxa de celebrar encuentros de este tipo sin que el jefe del ejecutivo estatal tuviese información certera y precisa de lo que se le iba a plantear.
Aún así se llevó a cabo dentro de los márgenes democráticos y con una altura de miras por quien fue el receptor de las demandas, desacuerdos y conflictos.
El diálogo entre la ciudadanía y el poder público tuvo sentido pues se logró no solo hablar sino ser escuchado, pero sobre todo, el haberse reconocido el dolor, sufrimiento y esperanzas de los interlocutores, lo cual habla de la sensibilidad política del gobernante.
Las demandas, exigencias, denuncias, arbitrariedades, omisiones e injusticias que se han convertido en un caldo de cultivo para mantener a esta entidad dentro de una vorágine de violencia, inestabilidad social y política, fueron externadas de diversas formas y tonos por los voceros de los foros coordinados por Javier Morlet Macho, quien levantó la bandera de promover la no violencia en la entidad, particularmente cuando él y su familia sufrieron en carne propia la ausencia de seguridad pública que le arrebató a su primogénita.
El valor y la decisión puesta en esta tarea dio sus frutos y resultados: reunir al poder público con la ciudadanía guerrerense para que sin cortapisas ni mediación alguna le expresaran de viva voz la realidad que viven las comunidades y grupos sociales.
Las regiones de la montaña, costa chica, costa grande, centro, norte y Acapulco, expresaron sus vivencias y sus demandas mas sentidas.
La única región que quedó en silencio fue la de la tierra caliente, región donde, se explicó durante la reunión no quisieron participar por el alto nivel de conflictividad que se vive en la zona. Su silencio fue sin duda el síntoma mas acabado de la ingobernabilidad y por ello su demanda de auxilio y atención urgente e inmediata de parte de todos los órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal).
No fue poco ni mucho lo dicho por Morlet Macho respecto a lo que les sucede a los terracalentanos sino que la inasistencia de los representantes de la región y las sillas vacías fueron un mensaje demoledor para todos aquellos que hablan de la entidad como si no sucediera nada o si todo estuviese controlado. Fue sin duda un mentís para aquellos agoreros del optimismo ramplón. El silencio cual caló hondo y profundo entre los participantes de este primer Diálogo Cumbre por la Convivencia y la Paz.
En esta histórica reunión entre gobernantes y ciudadanos, estuvieron presentes los representantes de los tres poderes del estado, alcaldes, jefes regionales de las fuerzas armadas, el gabinete de seguridad y procuración de justicia del estado, el presidente de la comisión estatal de los Derechos Humanos y representantes de la iglesia católica y organizaciones no gubernamentales amen de los representantes de los medios de comunicación.
En un anexo encontrarán los planteamientos hechos por los ciudadanos al gobernador Aguirre, más el planteamiento de los periodistas quienes como gremio han resultado afectados por la inseguridad pública que priva en la entidad y fueron también promovidos a realizar un foro temático sobre las vicisitudes que enfrentan día con día y las consecuencias que sufren por parte de criminales por el delito de registrar y difunden los acontecimientos cotidianos y que de alguna manera los incomoda y afectan sus intereses.
Vale mencionar que el mandatario estatal escuchó con atención cada una de las exposiciones y de manera sucinta le dio respuesta y emplazó a los mismos dialogantes a encontrarse en el mes de Octubre próximo para evaluar la acción del gobierno en cuanto a la atención a las diversas demandas.
De parte de los participantes en los foros ciudadanos sobre la Convivencia y la Paz, se comprometieron a continuar los esfuerzos de organización y sobre todo dar a conocer a los ciudadanos de la región lo acontecido para que éstos estén también pendientes de lo que se haga por parte de las autoridades tendientes a solucionar los conflictos que se enfrentan y la puesta en marcha de operativos de seguridad y programas de orden social y económico que impulsen y apoyen los proyectos productivos de las diversas comunidades, sin desatender la formulación de programas para la atención de la niñez y la juventud y la recuperación de espacios para las actividades educativas y deportivas.
Este primer diálogo con el gobernador Aguirre debe servir para constatar si la voluntad política de cambiar el estado de cosas en la entidad es real o no, pues muchas veces los gobernantes se quedan atrapados en el discurso y sus compromisos, promesas y deseos nunca llegan a aterrizar y el resultado es que se mantiene el estado de cosas igual o peor que antes.
Si lo vemos positivamente, tendremos que apostar a que en Guerrero se abre la posibilidad de que el gobierno estatal entre en una dinámica diferente y pueda mostrar y demostrar a propios y extraños que cuando se quiere servir no hay obstáculo que se lo impida. Apostémosle a la transición y empujemos en la misma dirección.
Periodista/Analista Político*
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Legalidad
Cumplir las leyes y normas para lograr, una mejor convivencia, entre las personas.
Respeto
Cuidar la manera en que nos dirigimos a las otras personas, reconociendo que tenemos los mismos derechos.
Diálogo
Intercambio de opiniones e ideas de manera pacífica, para llegar a un acuerdo.
Acuerdo
Cuando dos o más, personas toman una decisión por medio del diálogo.
Tolerancia
Aceptar que los demás sean, piensen y actúen de forma diferente a la nuestra.
Justicia
Tratar por igual a cada persona respetando sus derechos.
Convivencia pacífica
Cuando las personas viven en sociedad con libertad, justicia y paz
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