En la semana que terminó, se reunió en pleno el Poder Judicial en torno al gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero y como testigo de honor, el Magistrado en trámite de retiro Mariano Azuela, el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Jesús Martínez Garnelo y también estuvo el secretario general de gobierno del estado Humberto Salgado Gómez. Los testigos de honor, fueron invitados a un acto donde se pretende recuperar la dignidad y el porte de un Magistrado, al ser investido por acuerdo del TSJ y por obligación a partir de hoy, con toga y birrete, por aquello de los juicios orales.
Magistrados, jueces, auxiliares, técnicos y empleados del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del estado de Guerrero, atestiguaban la entrega de un kit que se compone de toga y birrete, y que por acuerdo del pleno del TSJ, y determinación del mismo, ahora será obligatorio su uso, en actos protocolarios, luego de que se inicien los juicios orales.
Un evento de relevancia, un protocolo de dignidad, un evento trascedente fue convertido en un acto de adulación, sumisión y fue rebajado a un acto ignominioso donde un poder, acepta ser sumiso a otro y en donde la zalamería del representante del TSJ, Jesús Martínez Garnelo, provoca recelo entre los miembros del Poder Judicial. Nadie dijo, nada, quizá por vergüenza y pena.
Pero lo cierto es que las inercias donde el Poder Ejecutivo manda, se reforzaron ayer.
Rompiendo el protocolo, de la entrega de las togas y los birretes a los Magistrados, el titular del Poder Judicial del estado, Jesús Martínez Garnelo, solicitó, en un acto que éste consideró como “cercanía” entre los poderes. “Pido al señor gobernador que me haga el honor de ponerme la toga y el birrete” y se lo puso.
Cuando, la toga y el birrete, sólo pueden ser utilizados en actos protocolarios, de justicia, no de vedetismo.
Y en el colmo de la ignominia, el presidente del TSJ de Guerrero, Jesús Martínez Garnelo, quizá sin pensar en las repercusiones, asumió que como las togas y los birretes, fueron comprados en paquete y por ello, más baratos, les hizo entrega de un kit a los invitados de honor.
Fue así como el gobernador del estado de Guerrero, recibió de manos del representante del Poder Judicial, un kit que contiene la toga y el birrete. Quizá para que lo use como pijama de lujo. Lo mismo hizo Jesús Martínez Garnelo al hacerle entrega del mismo paquete al Magistrado en trámite de retiro Mariano Azuela y el Secretario General de Gobierno, Humberto Salgado Gómez. Un recuerdito pues.
Lo anterior, fue visto por pocos ajenos al Poder Judicial, luego de que por instrucciones de no se sabe quién, fue prohibido el acceso al auditorio del Tribunal Superior de Justicia, a los medios de comunicación y a puerta cerrada, se cometieron estas ridículas acciones, que hacen suponer, que el representante del Poder Judicial Jesús Martínez Garnelo, tiene un alto agradecimiento al gobernador, por permitirle presidir tal Poder.
Lo cierto, es que nadie se atrevió a juzgar, de inmediato tan desmesura y sólo cuando les fue permitido salir del recinto oficial del Poder Judicial, pocos se atrevieron a calificar esta acción.
Hubo, quienes quizá acostumbrados a la sumisión del Poder Judicial al Ejecutivo, no dijeron nada, pero ya en corto, asumían que hubo un exceso.
Otros se burlaban al comentar, cuando el presidente del TSJ, Jesús Martínez Garnelo, quiso emular a Napoleón, cuando el Papa, lo convirtió en Emperador. Guardadas las distancias y las consideraciones propias de todo evento protocolario, creemos que en efecto, el Poder Judicial, sigue siendo un apéndice del Poder Ejecutivo, pero siempre es dado y posible guardar las formas. Gracias. Comentarios;
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