Cuando se pierde una vida, muchas veces solo comentamos que es una desgracia para sus familiares, amigos y conocidos. En otros casos, solo se reducen a estadísticas y así como eso, hemos asistido en este sexenio a la pérdida de más de cincuenta mil vidas humanas sin que esto nos conmueva tanto como lo sucedido hoy cuando supimos y conocimos a través de los medios de comunicación de masas (radio, televisión e internet) que el escritor Carlos Fuentes había fallecido a sus 83 años de edad, sentimos que algo nuestro se había desprendido de nuestro ser, algo parecido a la pérdida de la pertenencia en que se había convertido para los mexicanos—cuando menos—el polémico y siempre atinado escritor de decenas de novelas que no solo lograron ponernos a reflexionar sobre México como país sino junto a su historia y a personajes—reales y ficticios—pero que eran y son parte de nuestro entorno colectivo.
Un pensador liberal que decía lo que en realidad ocurría, importándole poco el qué dirán y a quiénes les incomodara sus expresiones. Así lo hizo siempre y por lo mismo fue muchas veces discriminado por el poder público, el cual al final de los tiempos, tuvo que asimilar la importancia intelectual de un ser privilegiado—por su cultura. conocimientos e ideales—y darle el papel y lugar que le correspondía. Carlos Fuentes fue multi galardonado en México y en otros países del mundo y recibió de parte de instituciones de educación superior una infinidad de ‘honoris causa’. Solo le faltó recibir, en mérito a sus novelas, el Nobel de Literatura que obtuvo hace ya varios lustros atrás el escritor colombiano, Gabriel García Márquez.
Como parte de la pertenencia de México, Carlos Fuentes se convierte a partir de hoy en una gran pérdida para quienes lo asumimos como algo nuestro. ¿Quién con la calidad de Fuentes habrá de alzar la voz para reconvenir a los poderosos de este país, por mas encumbrado que sea su posición? Hará falta. Esperemos que pronto este lugar, que parece hoy difícil de llenar sea ocupado por otro mexicano ejemplar e intelectual de reciedumbre y reconocimiento nacional e internacional.
No lloremos a Carlos Fuentes el mejor tributo que podemos brindarle es leer o releer sus libros. Ahí está el mensaje. Ahí está la grandeza oculta de este gran escritor e intelectual de nuestros tiempos. ¡DESCANSE EN PAZ!
DOS PRESIDENCIABLES EN APUROS
En las últimas semanas dos de los cuatro candidatos a la presidencia de la República han sufrido una serie de embates por parte de sus contrincantes y de los estudiantes universitarios. Enrique Peña Nieto, el abanderado del Partido Revolucionario Institucional no logró salir airoso de su visita a la Universidad Iberoamericana en donde fue recibido con gritos de rechazo y todo lo que ya hemos narrado en este mismo espacio días atrás.
Lo peor de todo no fue lo que ocurrió dentro de la Ibero sino después de su visita ya que sus partidarios empezaron a construir toda clase de historias inverosímil de que se trató de una ‘emboscada’ organizada por el Lópezobradorismo, lo cual no solo no apaciguó las aguas turbulentas sino que las revolvió aún más, sobre todo porque se quiso tratar a los universitarios como niños de primaria o estudiantes sin capacidad de raciocinio. Mal los defensores de Peña Nieto y aquí también podríamos incluir a una serie de analistas políticos y conductores de programas de opinión que trataron de criticar la actuación de los jóvenes, tildándolos de intolerantes y faltos de respecto, cuando las baterías debieron ser dirigidas a quienes invitaron al candidato priista a un lugar donde no era bienvenido.
El único político que supo interpretar la acción de los estudiantes de la Ibero fue el coordinador de campaña de Peña Nieto, Luis Videgaray, quien no descalificó ni impugnó el proceder de quienes arremetieron contra su candidato. Se limitó a decir que son actos de nuestros tiempos de apertura y democracia. Lástima que esa visión no la tenga siquiera su propio candidato.
No solo a Peña Nieto le llovió en su milpa, como coloquialmente se dice, sino que también le ha llovido y en varias ocasiones, al candidato del Partido de Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre a quien los estudiantes de la escuela de periodismo Carlos Septién, no solo lo increparon por ser un corre ve y dile de la maestra Elba Esther Gordillo y de ser defensor a ultranza del quien debería ser su adversario, sino porque ha demostrado tener doble cara—sin ser géminis—y que sin rubor las presenta.
Pero vayamos por parte. La ira que no pudieron administrar bien los estudiantes de comunicación de la Carlos Septién se debió a que el candidato Quadri llegó a la escuela manejando una camioneta Combi, cuando metros atrás se había bajado (y está video grabado) de un flamante automóvil ultimo modelo, blindado y con guaruras alrededor y corrió a subirse a la combi oficial del PANAL para que se dijera que es un tipo austero y que vive como la mayoría de los mexicanos de recursos limitados. No aguantó las impugnaciones y definitivamente salió corriendo, no sin antes acusar al Lópezobradorismo de estar atrás de estas manifestaciones en su contra. Una vez más, el complot sale a relucir.
Y como si esto no fuera suficiente, Quadri también tuvo su mal día ante los universitarios de Querétaro quienes lo vapulearon con preguntas que tienen que ver con su ‘madrina’, la dirigente del SNTE y su forma de hacer campaña con doble rasero. Y una vez mas el panalista se fugó del auditorio y de nuevo culpó a los fantasmas de la oposición de ser los que le han tendido esas trampas. Una vez más se quiere ver a los universitarios como retrasados mentales, cuando debe saber este ultra neoliberal que la masa gris está ahí, en esos centros de educación superior y que no puede hablarles como si estuviese con otros segmentos sociales que su nivel de educación es diferente y sus intereses también.
Para colmo, el Quadri se hizo Redondo, ya que teniendo una cita con los universitarios del estado de Guanajuato, simple y sencillamente renunció a asistir a este encuentro, argumentando primero que los propios universitarios habían cancelado la visita, pero resultó que no fue así, ya que la universidad de Guanajuato lo desmintió de que él había sido el que canceló. ¿Y todavía así seguirá Quadri en campaña cuando se ve que no tiene los tamaños ni la fortaleza para enfrentar a grupos contrarios o de presión? No queremos, en definitiva, un presidente enclenque y frágil, sobre todo en estos tiempos en que el carácter del individuo debe ser claramente evaluado.
Y como los maestros del SNTE, en las evaluaciones, Quadri salió doblemente reprobado.
Periodista/Analista Político*
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