De Julio Ayala Carlos
LA ESCASA MATRÍCULA EN LA UAGRO sólo tiene dos explicaciones. Que ya no hay confianza en ella, o que las carreras que ofrece están desfasadas o en su caso no responden a las aspiraciones y a los intereses de los estudiantes, y en general, a los guerrerenses. En consecuencia, el que esté ofertando espacios, cuál si fuera barata o venta de “garaje”, en al menos 40 escuelas, muestra el fracaso de Javier Saldaña Almazán como rector de la Universidad.
Pero también, y esto hay que decirlo, con ello le ha quedado mal a los guerrerenses, a los estudiantes, y en suma, le ha fallado al estado de Guerrero…
Ciertamente era cuestión de tiempo. La escasa o nula planeación, desde los tiempos en que Saldaña Almazán fungía como director de Planeación, y luego ya como rector de la UAGro, al crear Licenciaturas sin ton ni son, sólo porque se le ocurrían, ha puesto a la institución en un dilema: cancelar su operación o abrir las puertas a cualquiera, incluso si no tienen vocación, como precisamente le ocurrió a él.
El caso es que diversas escuelas, 40 Licenciaturas para ser preciso, no sólo no tienen una escasa matrícula desde que se crearon, sino que como ocurre ahora, algunas no han recibido ninguna ficha de inscripción, lo que muestra que la Universidad Autónoma de Guerrero ya no es una opción de educación.
Hay que decirlo. Miente el rector cuando señala que la oferta de espacios, sin haber obtenido una ficha de inscripción, que es el principal requisito para acceder a estudiar una Licenciatura, es porque la UAGro está siendo incluyente.
La verdadera razón de la escasa y nula matrícula es porque no tienen demanda, no son atractivas para los estudiantes, y porque las licenciaturas no tienen futuro, y en consecuencia, mercado laboral.
La razón es sencilla. Todas esas escuelas, todas esas licenciaturas, e incluso Maestrías, fueron creadas sin planeación. Para crearlas se requería especialistas, mercadólogos, analistas, proyectistas, y el rector, Javier Saldaña Almazán, con todo y que es Doctor, no lo es.
Recuérdese que primero quería estudiar Medicina Veterinaria, pero estudió una Licenciatura en Derecho, luego, en vez de especializarse cursó una Maestría en Administración, y después, también sin especializarse, un Doctorado en Comunicación, en La Habana.
No extraña pues que la UAGro, la Máxima Casa de Estudios del Estado, el orgullo de los guerrerenses cada vez tenga menos estudiantes. La mala o nula planeación para crear escuelas es consecuencia de ello. Hoy cuando los jóvenes tienen más apoyos, y no se diga los que estudian el Bachillerato o alguna Licenciatura, la matrícula de la Universidad sea escasa. El cierre de algunas licenciaturas, temporal o definitiva por falta de estudiantes, es culpa, no hay ninguna duda, de Javier Saldaña Almazán.
Allí están como ejemplo las carreras de Geografía, y la de Recursos Maderables y no Maderables, como reconoce el rector. Pero también están otras más como la de Filosofía, o la de Antropología Social, entre otras más. Allí están para vergüenza de quienes, hoy por hoy, y desde hace más de 10 años, dirigen a la UAGro.
Es cierto. Como dice el rector, y lo señala como un triunfo, hace algunos años la Universidad tenía 50 Licenciaturas y hoy 83; tenía tres posgrados y ahora 63, pero ¡de qué sirven si no tienen estudiantes? Crear escuelas, por crearlas, no sólo es un engaño, sino un fraude a los guerrerenses.
Sí. Qué bueno que la UAGro oferte espacios, pero por desgracia, no los oferta donde hay demanda. ¿A quién le importa estudiar una carrera donde no hay mercado laboral? ¿A quién le importa, ahora, estudiar una Licenciatura en Geografía?
Jajaja. ¡Se pasa Javier Saldaña!
No hay alumnos en la Universidad, que son el alma de la institución, pero eso sí, dice que la UAGro ha incrementado sus gastos en un 500 por ciento…
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