Por Alfredo Guzmán
Hace una semana trabajadores afiliados a la federación, realizaron una manifestación reclamando la construcción de un hospital anunciado desde agosto del 2022 para los derechohabientes del Instituto de Seguridad Social al Servicio del Estado (ISSSTE), en función de que existen 3500 millones para su construcción y al término del sexenio, aún no se ha concretado.
Pedro Zenteno Santaella, director del ISSSTE anunció en agosto del 2022 la aprobación de los 3500 millones de pesos para la construcción de un hospital de tercer nivel en Acapulco con capacidad para 250 camas, personal especializado, altas tecnologías para la integración de diagnósticos para ejecutar procedimientos médico quirúrgicos de alta complejidad.
A partir del anuncio, políticos, líderes, empresarios y buscaron predios donde podría construirse el hospital, pero haciendo compras de predios por adelantado, negociando, o promoviendo su construcción para elevar la plusvalía de unidades habitacionales ya construidas, para su beneficio.
Así es como se mencionaron y propusieron predios en el Pedregoso, Tuncingo, Plan de los Amates, El Quemado y El Salto.
A partir de esa mención fue que muchos vivales empezaron a promover se escogiera de acuerdo a sus intereses. Además de que todos los terrenos se encuentran fuera de la periferia de Acapulco y lejos de los servicios de apoyo.
Se entiende que el reclamo de los derechohabientes por la construcción de un nuevo hospital, se relaciona con que el que existe en la avenida Ruiz Cortines de Acapulco, ya tiene una vida útil de más de 30 años y muchos de sus servicios ya no existen, el edificio está colapsado, no sirven los elevadores, el aire acondicionado, la red eléctrica e hidrosanitaria igual, lo que los convierte en un albergue de enfermos y nada que ver con un hospital.
Ahora que el gobierno federal anuncia la recuperación de las instalaciones del Centro Internacional de Acapulco (CIA), elevar la calidad del Teatro Juan Ruiz de Alarcón, Teatro al aire libre Nezahualcóyotl, salones terrazas, galerías, espacios multifuncionales, además de recuperar el jardín poniente donde se construiría una ciclo pista y trota pista. Y el hospital, hay quien observa que no es conveniente porque habrá ambulantaje.
El derecho a la salud es una prioridad, sobre todo en las condiciones en que se encuentra en Guerrero.
Es una zona de alta plusvalía y por ende está bien comunicado, hay infinitos servicios para los que acudan a buscar y acompañar para la atención especializada que no existe en el estado. En vez de afectar el entorno, lo enriquece, pues se recupera un espacio perdido.
Además como el terreno es propiedad del gobierno federal, no se invertiría en ninguna compra ni se promoverían negocios particulares de políticos, empresarios corruptos y vivales.
Toda atención de tercer nivel, hay que ir hasta Morelos o la Ciudad de México.
Para una cita en el ISSSTE con un especialista en Chilpancingo, tarda hasta 6 meses mínimo. En Acapulco no lo sé, ni tampoco sé si existe.
Con la construcción del nuevo hospital se promovería la contratación de muchos médicos especialistas, enfermeras, personal de intendencia, camilleros y sobre todo atención especializada que no se cuenta en Guerrero y sale muy cara pagarla en particulares.
Yo estoy por el derecho a la salud, el fortalecimiento del turismo y elevar la plusvalía de la zona con un hospital de alta calidad. Aunque aprovechando que no se comprará el predio, el dinero que no se utilice, podría fortalecer las instalaciones de hospitales, que tienen muchas carencias en Guerrero.
Enhorabuena.
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