Por Julio Zenón Flores        Cortesía de: https://www.trasfondoinformativo.com

-“El presidente está muy enojado”-

Nos soltaron a bocajarro, cuando preguntamos a nuestros contactos en el primer círculo del palacio nacional mexicano.

Y no es para menos.

El hecho duro es que la mayor inversión destinada a Guerrero, durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, más de 3 mil millones de pesos para la construcción de un hospital del tercer nivel del ISSSTE, corre el riesgo de irse a otro estado de la república.

Le salieron alas.

¿La razón?

Nada novedoso. Otra vez la corrupción.

Información hecha llegar a Trasfondo informativo indica que, ante la controversia creada por la ubicación de la construcción de un moderno hospital de más de 3 mil millones de pesos, ya autorizados por la Secretaría de Hacienda y asignados al ISSSTE, para coordinar la obra en Guerrero, como primera opción, o en alguno de los otros dos estados, que lo habían solicitado (Michoacán y Veracruz), la presidencia de la República decidió hacer una investigación propia de la forma en que se estaba gestando, dicha obra, pospuesta varias veces, y se llevó la sorpresa de su vida.

Cómo se recordará, la primera opción para construir ese hospital regional de Tercer Nivel, es decir, de alta especialidad, fueron seis hectáreas de terreno en breña, promovidos por un grupo de maestros encabezados por el ex perredísta Benjamín Sandoval Melo y una pequeña organización de jubilados que dirige, ubicadas entre Coyuca y Acapulco, dentro de un complejo habitacional, inexistente aún, denominado Ciudad Pedregoso, mismas que serían “donadas” por los empresarios inmobiliarios, por cierto ex funcionarios y allegados al anterior gobierno del estado, entre quienes aparecía por ejemplo Julián Urióstegui y un diputado local priísta, entre otros.

Las irregularidades observadas en ese sitio llevaron a buscar otras opciones, según explicó el director general del ISSSTE, Pedro Centeno, quien simplemente dijo que El Pedregoso no era apto por cuestiones técnicas.

En esas circunstancias, los ojos se volvieron hacia un terreno de 8 hectáreas ubicado justo al lado del hospital General Regional de El Quemado, en la zona norte de Acapulco y al lado de un estratégico cruce carretero, que unía los accesos desde la Iguala y Chilpancingo, la Costa Grande y La Costa Chica, además de quedar a la mano para el mayor número de derecho habientes del estado, radicados en Acapulco. Aunque no era donado, su precio aparecía razonable y no comprometía el total de la inversión. El costo beneficio lo ponía como la mejor opción.

De hecho, las autoridades del ISSSTE, tanto locales como nacionales, se pusieron a trabajar en esa opción, peeeeroooo, la posibilidad de la compra de un terreno para una obra de más de 3 mil millones de pesos, despertó la codicia de políticos cercanos al actual gobierno estatal.

Un diputado local morenista (anotado por cierto para la alcaldía de Acapulco en el 2024) presto dijo que él conocía a alguien que podría vender un terreno de mayores dimensiones por un costo similar, ubicado en las cercanías del poblado de Tres Palos, y que con todo gusto haría la mediación para la compraventa.

Pero esa amable intervención no la ofreció directo al ISSSTE, sino a una funcionaria estatal, originaria de Iguala, quien a su vez se puso de acuerdo con un funcionario de alto nivel en la gubernatura estatal y le ofrecieron la triangulación al subdelegado administrativo en Guerrero, Zeferino Gómez Valdovinos, a quien le llegó la propuesta con unos 500 millones de pesos más del costo original.

Rápidamente en Acapulco, sesionó de manera extraordinaria el Cabildo en pleno, el 27 de diciembre del 2022, para cambiar la vocación de uso de suelo, de agrícola a urbano, para poder otorgar los permisos respectivos para la construcción, para lo cual la Secretaría de desarrollo urbano y obras públicas municipal solo requería el proyecto ejecutivo, el cual nunca fue presentado, pues, según nos comentó “nunca se gestionaron los permisos”.

Así, las fechas de aplicación del recurso económico autorizado se fue aplazando de una fecha a otra. La última oportunidad era al 15 de marzo, para la cual no se pudo concretar nada, pues hasta donde sabemos, el subdelegado administrativo rechazó la oferta de mediación del diputado, la igualteca y el alto funcionario estatal, lo cual le impidió avanzar en la elaboración del proyecto ejecutivo del hospital de tercer nivel, que hubiera sido único en el sur del país, pues no hay otro igual ni en Oaxaca, ni en Michoacán.

Se dice en el medio, que el rechazo de Gómez Valdovinos de debió a que el costo del terreno de Tres palos estaba siendo elevado en un 50 por ciento, de su costo real.

Quienes saben de costos inmobiliarios aseguran que los “desinteresados” intermediarios lo habían comprado y pagado muy barato al propietario original y que, al enterarse de esto, el presidente López Obrador dio un golpe en la mesa y decidió que la inversión se fuera a otro estado, en donde ya se cuenta con el proyecto ejecutivo y no hubiera “desinteresados” intermediarios que quisieran quedarse con una tajada de la inversión.

Por lo pronto, se sabe que lo ocurrido y las decisiones tomadas desde Presidencia, tras la investigación del tema en Acapulco, ya le costó el puesto al subdelegado del ISSSTE en Guerrero, que los intermediarios están buscando la manera de que se les regrese el dinero que pagaron por el predio, pero los propietarios originales se niegan, ya que bussines or bussines, y ya hasta se lo gastaron y que, esa acción malograda desde el palacio nacional, a la entidad le costó la pérdida de 3 mil millones de pesos y una obra que hubiera puesto a Guerrero a la vanguardia de la atención médica en todo el sur del país.

Claro que el asunto no va a terminar ahí, pues los nombres de los implicados, que nos reservamos por ahora para no entorpecer las investigaciones legales, están ampliamente ligados a la vida política y eso puede alterar la correlación de fuerzas de frente a la próxima elección del 2024; así que, quienes ya se sentían seguros, comienzan a sudar y se abren nuevas expectativas para quienes no se tenían ninguna esperanza.

Por otra parte, esto tendrá que repercutir en sustituciones al interior del gabinete de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, pues ella no le puede fallar al presidente ni al pueblo de Guerrero.