Por Salomón García Gálvez. Foto: https://congresogro.gob.mx/
Sin duda alguna, habrá sanciones penales contra aquellos que ordenaron la destrucción de la Biblioteca del Congreso Local “Siervo de la Nación”. Fue un hecho criminal contra la cultura de los guerrerenses.
Alfredo Sánchez Esquivel, ex presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso, es presunto responsable de la destrucción. De ninguna manera se justificaba la demolición del edificio.
El Poder Ejecutivo, nunca ordenó la demolición del edificio que albergaba la Biblioteca del Congreso. El Poder Legislativo toma sus propias decisiones. Trascendió que por la demolición de la biblioteca, Sánchez Esquivel habría recibido como “regalo” de una empresa, suntuosa casa-residencia. Eso, fue, es y sigue siendo todo un escándalo.
Cuando demolió el inmueble -los primeros días de enero del presente año-, diputados al Congreso de Guerrero protestaron por tal hecho criminal, sin que se haya mostrado el dictamen técnico de Protección Civil, o de expertos en estructuras. Existe, videos y fotografías cuando maquinaria pesada desbarata la Biblioteca. Qué patético.
Quien ordenó la destrucción del edificio, fue el entonces omnipotente ex presidente de la Jucopo, Alfredo Sánchez Esquivel; a la vez, se excavó el piso del estacionamiento del Congreso, para construir un pozo artesiano y extraer agua del subsuelo, sin autorización de la Conagua. No se ha exhibido ningún permiso al respecto.
Yoloczin Domínguez Serna, presidenta de la Jucopo, tras calificar como indebida y arbitraria la demolición del edificio cultural, anticipó que habrá sanciones penales contra los responsables. Existe una comisión investigadora que da seguimiento al caso. El escándalo apenas empieza y va para más.
La legisladora del Morena, aseveró que derivado de las investigaciones, se dejó al descubierto que no existe ningún dictamen que justificara el derribo de ese inmueble. Alfredo -se insiste en corrillos políticos-, perpetró artero atentado contra la cultura, y por ello puede tener graves consecuencias en su carrera política.
Hace un año, un dictamen de Protección Civil sólo recomendaba rehabilitar el inmueble y remodelarlo, por lo cual la titular de la Jucopo calificó la demolición como un atentado al patrimonio del Congreso Local y del pueblo de Guerrero.
Sólo en la Edad Media, reyes o emperadores retrógrados, incendiaban libros o quemaban bibliotecas y hasta perseguían, encarcelaban y asesinaban a la gente culta. La cultura era un atentado para los monarcas medievales. En pleno siglo 21, todavía existen destructores y hasta pirómanos que destruyen bibliotecas y queman libros.
Domínguez Serna, manifestó que se confirmó la inexistencia de un dictamen de Protección Civil que ordenara destruir la Biblioteca “Siervo de la Nación”. Todo apunta que Sánchez Esquivel, decidió la destrucción del inmueble con fines oscuros e inconfesables o de lucro.
Sin contar con pruebas de sus argumentos, el ex presidente de la Jucopo, Sánchez Esquivel -para evadir su responsabilidad en la demolición de la Biblioteca del Congreso-, ahora culpa a ex funcionarios del Poder Ejecutivo, de la pasada administración estatal. Jamás se supo, ni existía el proyecto de que el gobierno estatal iba a construir una nueva biblioteca en terrenos del Congreso Local.
Pero además, existe información de que Sánchez Esquivel, solicitó “reorientar” el dinero que se destinaría para la construcción de la nueva biblioteca, sin que ningún otro diputado se enterara. ¿Qué intentaba hacer? Son alrededor de 20 millones de pesos, que están etiquetados para ese fin.
Las investigaciones sobre la demolición de la Biblioteca “Siervo de la Nación”, continuarán su curso, pero todo apunta que la responsabilidad recae en el diputado y ex presidente de la Jucopo, Alfredo Sánchez Esquivel, quien mediante argucias trata de responsabilizar a otros de tal hecho, para evadir su accionar… Punto.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Hay 332 invitados y ningún miembro en línea