Por: Andrés A. Solis Álvarez
En 2012 entrevisté a Anthony Feinstein, psiquiatra e investigador que se ha especializado en el Síndrome de Estrés Post Traumático (PTSD, por sus siglas en inglés), una condición que afecta la salud mental de millones de personas en el mundo por diversas causas.
Feinstein, nacido en Sudáfrica, pero avecindado en Canadá, es un experto en este padecimiento y sus efectos en militares que regresan del frente de batalla y también en periodistas que han cubierto guerras y conflictos armados.
Pude entrevistar a Anthony precisamente cuando vino a México a hacer un estudio sobre el impacto del PTSD entre periodistas y me daba la siguiente conclusión: “Ustedes en México corren un mayor riesgo de padecer PTSD severo y de largo plazo, porque viven (vivimos) permanentemente en las zonas de riesgo y bajo amenaza permanente de agentes agresores”.
Han pasado 10 años de esta interesantísima conversación y sigo viendo y escuchando a colegas que narran sus experiencias cotidianas con frases de “ya estoy curado de espanto” y siguen sin entender la importancia de revisar el estado de nuestra salud mental.
Ni siquiera la cobertura de la pandemia por Covid-19 y ver de cerca la muerte de familiares y colegas periodistas nos ha hecho cambiar la perspectiva y acudir con especialistas, al menos para descargar tantas emociones acumuladas.
El PTSD no afecta solo a periodistas que salen a reportear a la calle, también afecta a quienes están en las redacciones recibiendo, analizando y procesando información, fotos, videos y demás materiales, y que a veces terminan viendo más imágenes violentas que quien anda en la calle.
En ningún caso hemos podido diseñar mecanismos de contención emocional y vamos acumulando cualquier cantidad de angustias, miedos, enojos y un larguísimo etcétera, que terminaremos descargando tarde o temprano, en el momento menos pensado, en el lugar más imprevisto y, sobre todo, con las personas que menos lo merecen.
No cuidar la salud mental nos pone vulnerables ante las adicciones, ante problemas de sueño, falta de concentración, conflictos en nuestras relaciones personales y a veces ideación suicida.
La atención a la salud mental ha sido uno de los temas pendientes en los modelos de atención de los mecanismos de protección y es un tema en el que las empresas de medios (públicas y privadas) han sido omisas en detrimento de la calidad de vida de sus periodistas y sin darse cuenta de que también afecta nuestra productividad, eficacia y profesionalismo, y, por ende, la calidad de los contenidos informativos que presentamos.
*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo hoy”, que se transmite los martes a las 13:00 h, por Radio Educación.
Camina lento, pero camina
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