El 12 de enero dejaron el aula. Tomaron su mochila y se fueron a la playa. Un cartón para sentarse. Otro para taparse el sol. No llevaron bloqueador solar ni gafas. No comieron ceviche ni refrescos. Se asolearon mientras sus maestros les daban una clase junto al asta bandera del Parque Papagayo. Ahí sentaditos en la playa escribieron las vocales y el abecedario. Nadie les escuchó.
Una semana después tomaron sus mochilas. Se fueron a Chilpancingo. Conocieron “Casa Guerrero”, la residencia del gobernador. Bueno. Tanto así como conocer, conocer, pues no. Sentaditos en el piso escucharon que las vocales son cinco. Que la equis es de México. Que la zeta es la última letra del alfabeto. Que Vasconcelos es el padre de la educación pública en México. Todo lo escucharon con el paisaje de la “puerta 3”. Guardias y políticos los vieron. Pero nadie les escuchó.
Hoy es 30 de enero. Mañana será 31. Hoy es lunes. Mañana será martes. Eso lo saben los niños cuando sus maestros les enseñan que la semana tiene siete días. Y que enero 31. Pero hoy recordarán el 30 porque es el día en que tomaron clases en la cinta asfáltica de la Autopista del Sol. Los maestros los llevaron a la caseta de La Venta y ahí hacen bloqueos intermitentes. Los policías federales los ven. Los paseantes también. Pero andie les escucha.
Ellos son los padres de familia, maestros y alumnos de la escuela primaria de una colonia pobre de Acapulco. Han gritado. Han salido a la calle. Han tomado clases en la playa. Han ido a la Casa del Gobernador, en Chilpancingo. Hoy están en bloqueos de la autopista del sol. ¿Qué cosa quieren? Lo mismo que hace un mes: quieren maestros. Los que tenían se los han llevado a otros lugares luego que funcionarios corruptos de la Secretaría de Educación Pública venden el cambio de adscripciones.
Los padres de familia, maestros y alumnos de la escuela primaria “Plan de Iguala” ubicada en la colonia Miguel de la Madrid, son quienes realizan bloqueos intermitentes sobre la Autopista del Sol, a la altura de la caseta de peaje de La Venta, desde temprana hora de éste 30 de enero.
Exigen a las autoridades de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) dos profesores de primero y sexto grado de primaria. Acusan al supervisor Vicente González Sánchez y el secretario del sindicato Abel Cobarrubias, de actos de corrupción. Cambian de escuela a los maestros mediante un pago de cinco mil pesos.
Son 50 personas los que se plantaron sobre uno de los accesos de entrada al puerto de Acapulco. Llegaron a las diez de la mañana. Pidieron que alguien los atendiese. Pero nadie llegó. Por eso a partir de las dece deldía con treinta minutos bloquearon la autopista. Nadie ha llegado. Ningún poderoso funcionario se interesa por el caso. Nomás los policías federales los observan.
¿Qué se puede hacer ante sórdidos funcionarios públicos que no escuchan? ¿es necesario la inmolación de algún estudiante? ¿Acaso es necesario que la policía federal envíe a sus cuerpos de elite a desalojar a los chamacos?
Los oídos sordos a peticiones de educación es también un tipo de violencia oficial en contra de la sociedad y debe sancionarse. La secretaria de Educación, Doña Silvia Romero, no escucha a éstos niños. No ve a los padres de familia. No hace caso a la denuncia de corrupción cuya acción despojo del tesoro mas preciado, como es la educación, a una colonia pobre. ¿O por ser pobres no los escuchan?
NUMERALIA
1) Del 1 de diciembre de 2006 —arranque del gobierno de Felipe Calderón— hasta el 31 de diciembre de 2011, efectivos de la PF han asegurado a 87 mil personas como parte de esta “guerra”, lo que equivale a un promedio de mil 426 personas al mes.
2) De este conjunto, las autoridades policiales y ministeriales sólo han logrado corroborar que 2 mil 700 están relacionadas con organizaciones delictivas, lo que deriva en el tres por ciento de golpes de alto impacto a la delincuencia.
3) El resto, es decir más de 84 mil, eran infractores aislados, de menor escala e incluso en diversos casos ya han sido liberados por falta de pruebas o mala integración de averiguaciones previas en su contra.
4) De éstos 2 mil 700 integrantes de grupos criminales, sólo 205, el 7.5 por ciento —y el 0.2 por ciento en relación a los 87 mil aprehendidos en el sexenio—, eran considerados líderes, jefes o estaban en la cadena de mando de los cárteles, según ha podido constatar la SSP-f, la Procuraduría General de la República y las Procuradurías estatales a las que fueron puestos a disposición.
5) Entre los capos de mayor peso capturados por la PF están Edgar Valdez Villarreal La Barbie (del Cártel de los Beltrán Leyva, el 30 de agosto de 2010); José de Jesús Méndez Vargas El Chango (de La Familia Michoacana, el 21 de junio de 2011); Oscar Oswaldo García Montoya El Compayito (líder de La Mano con Ojos, el 11 de agosto de 2011); Sergio Peña Mendoza El Concord (de Los Zetas, 15 de marzo de 2009); Gregorio Sauceda Gamboa El Caramuela (de Los Zetas, 30 de abril de 2009) y Vicente Carrillo Leyva (del Cártel de Juárez, el 2 de abril de 2009).
6) También Carlos Beltrán Leyva (3 de enero de 2010); Teodoro García Simental El Teo (del Cártel del Pacífico, el 12 de enero de 2010); Flavio Méndez Santiago El Amarillo (de Los Zetas, el 17 de enero de 2011) y Jesús Enrique Rejón Aguilar El Mamito (de Los Zetas, el 3 de julio de 2011).
7) Otro de los resultados que la SSP-f ha destacado en la gestión calderonista es en el rubro de secuestro, con 223 organizaciones desarticuladas y mil 756 presuntos plagiarios detenidos.
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