Por Salomón García Gálvez. Foto: https://replicaguerrero.com/
Quien se está haciendo “famoso” en Guerrero, pero de manera muy negativa, es el delegado federal, Pablo Amílcar Sandoval. Cada semana se ve envuelto en escándalos, que en nada abonan a su ya deteriorada imagen.
No quita el dedo del renglón: A fuerzas pretende ser candidato de Morena a la gubernatura, aunque la gente no lo quiera. Anda “comprando amor” (falso) con dinero que no es suyo, sino del erario público.
Pablo, ayer fue demandado ante la Fepade -por el ingeniero Eloy Romero Gatica, ex Premio Estatal Agrario-, por perpetrar delitos electorales, utilizando no solo recursos del erario público sino también al personal que se desempeña en dependencias de su jurisdicción, al más rancio y viejo estilo del tricolor de la década de los años 70^s y 80^s.
Apenas la semana pasada, Amílcar Sandoval fue exhibido (periódico Reforma) de poseer varias fincas, residencias, casas, terrenos, en Acapulco y la CDMX, con valor de decenas de millones de pesos. Es inexplicable su riqueza, pero él argumenta que son “herencia paternal”. Nadie le cree. Sólo su séquito de lambiscones, que todo le aplauden
Romero Gatica, acusó a Pablo Amílcar de utilizar como (su) “operador político” al funcionario federal, Alejandro Zepeda Castorena, Coordinador del Programa “Sembrando Vida”. El delegado federal utiliza recursos públicos para fines electorales, en su beneficio.
Zepeda Castorena, recorre los municipios, entregando recursos a los alcaldes; a la vez, “les da línea” para que digan que el dinero “es por gestión del delegado federal” (Pablo Amílcar Sandoval). Sólo alcaldes y regidores de Morena, reciben dinero en efectivo para promocionar al delegado fifí.
Zepeda Castorena -agregó Romero Gatica-, también cobra otro salario en la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), porque se lo permite el delegado Pablo Amílcar, al igual que Javier Santiago Chávez; la señora Yeimina Aguilar Barrera (comadre de Alejandro) y un tal Cristian “N”, quienes se desempeñan en el área de Sanidad Vegetal.
Existen otros 12 casos de funcionarios federales quienes “dobletean” sueldos: Cobran en la Secretaría del Bienestar y en la Seder, por desempeñarse como “mapaches electorales” al servicio del delegado federal Pablo Amílcar Sandoval, a quien ya se le metió en la cabeza ser candidato de Morena a gobernador, aunque NO es de Guerrero. Es chilango, nativo del ex Distrito Federal, ahora CDMX.
Luego de interponer la demanda ante la Fiscalía Para Delitos Electorales (Fepade), Romero Gatica, ofreció una conferencia de prensa donde exhibió documentación sustentada con pruebas sobre los ilícitos perpetrados por el delegado Federal Pablo Amílcar Sandoval, quien viola los artículos 37, 45 y 46 de la Ley del Trabajo más otros ordenamientos.
Todavía el alcahuete y parcial árbitro del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), Nazarìn Vargas Armenta, no da el banderazo para el arranque de las campañas; sin embargo, el delegado federal Pablo Amílcar Sandoval, anda en abierta y descarada precampaña por toda la entidad.
Nazarìn, además de cobrar súper salario en el IEPC -por hacer nada, y los consejeros y representantes le ayudan-, nunca saca tarjetas amarillas a nadie, y menos al delegado federal fifí, a quien la semana pasada “se le rajó”, cuando le preguntaron su opinión sobre lo publicado por el diario Reforma -contra Pablo Amílcar-, quien ya es “famoso” gracias a la publicidad gratuita (negativa) que le hacen medios de comunicación.
Es posible, que los escándalos sean parte de su estrategia político electoral “para levantar”, porque en Guerrero, el delegado fifí es un perfecto desconocido; se anda dando caravana con sombrero ajeno; pero además “compra cariño” (hipócrita) con recursos (dinero) del erario público federal… Punto.
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