LÓPEZ ROSAS: RENUNCIA CON FONDO.- Si bien es cierto que el zafarrancho entre policías y ayotzinapos se salió de control, hay un hecho que habría motivado a ello: el temor a morir por parte de algunos elementos de las fuerzas de seguridad, tras el incendio deliberado –y probable explosión, que no ocurrió- de la bomba de una gasolinera. La tensión del enfrentamiento pudo ser un factor que escapó al control, manejo y a la disciplina policial. Lo cual es indicativo de la escasa capacitación que tienen para enfrentar esas situaciones de crisis. Eso es por un lado. Por el otro se encuentra la renuncia obligada del Procurador, López Rosas, que guarda algunas perturbadoras lecturas:
1.- A fuerza de presiones, el ya ex procurador había manejado la dependencia con ciertos altibajos: resolvía algunos crímenes y dejaba pendientes otros. Tres eventos destacan al respecto: el asesinato del campesino ecologista Javier Torres Cruz -ocurrido el pasado lunes 18 de abril -, el de Isabel Anaya Nava, la esposa del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, asesinada el domingo 3 de julio del presente año, y el del diputado federal, Moisés Villanueva de la Luz, levantado y ejecutado junto con su chofer, el 4 de septiembre, tras salir de un cumpleaños en Tlapa.
2.- López Rosas había trabajado con cautela precisamente, el caso que mayor bono político le redundó: el homicidio del ex legislador Villanueva de la Luz. De hecho, estaba en la etapa de lograr el desafuero del edil de Tlapa, Willy Reyes, a quien había señalado como el autor intelectual de ese proditorio crimen. Hoy, el recién estrenado procurador Alejandro Fernández Paz y Fuentes, decidirá si sigue o no con ese proceso.
3.- El ahora ex procurador había deslizado tajante, que tenía avances importantes sobre el caso Chavarría. Un prurito que debió causar ciertas incomodidades políticas. Porque la posible revelación de ciertos nombres pudo motivar incluso, la abrupta presencia pública del ex gobernador Zeferino Torreblanca, para “defenderse de los ataques en su contra”. Si había exhibido a el edil tlapaneco, el fiscal guerrerense estaba escarbando muy a fondo también en el caso del inmolado ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local.
4.- López Rosas logró importantes capturas en contra de miembros de la delincuencia organizada. Se entiende que afectó sensiblemente su operatividad. Había entonces, un caldo de cultivo propicio para generar acciones en su contra. Porque como Procurador no estuvo presente en los enfrentamientos. Ni pudo en consecuencia, contener a los policías ministeriales que dispararon contra los normalistas de Ayotzinapa.
5.- El ahora ex fiscal guerrerense, había anticipado incluso, su deseo de participar por segunda ocasión, como aspirante del PRD a la alcaldía de Acapulco. Confiaba en el trabajo realizado por su equipo en la PGJE. Y la declinación de Marcelo Ebrard a favor de López Obrador en la disputa presidencial de 2012, nutría sus proyectos. Pero era evidente que durante su corto paso como fiscal, había pisado muchos callos. Su salida de la PGJE vino a darle cierto respiro a quienes de algún modo, se vieron afectados por su trabajo. Como sea, la renuncia de López Rosas, pudo inscribirse dentro de una acción deliberada a fin de frenar situaciones que podían encerrar altos costos políticos. Y en este contexto, los ayotzinapos habrían sido la ideal carne de cañón para lograr ese objetivo. Porque hay muchos “fierros” en la lumbre.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La división de la tribu Grupo Guerrero, vino a confirmar la clara ausencia de liderazgo por parte del secretario de desarrollo social, David Jiménez Rumbo, uno de los nominados para empacar maletas y salir de su actual encargo. El también ex senador no fue capaz de sumar, pero sí de dividir. Imposible que pueda así, ganar elecciones. Aunque intenta, Jiménez Rumbo no puede llenar los zapatos del extinto Armando Chavarría.
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