¿El cascabel al gato?

Los pactos no firmados y las reglas no escritas, han sido rotas entre el gobierno actual y el anterior del estado de Guerrero, y los efectos se empezarán a sentir, si es que antes no hay un acuerdo de no agresión que regrese las cosas a su nivel, en que se encontraban antes de que el ex gobernador del estado de Guerrero, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, regresara una bomba molotov declarativa, que cayó en la cancha del actual gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero y con ello, les regresó el balón.

El lunes pasado, en una colaboración realizada en varios medios informativos que titulé “La guerra que se avecina” pronostiqué que las acusaciones de corrupción contra el gobierno anterior de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, tendría una respuesta y que, con ello, la guerra declarativa contra el gobierno pasado tendría otra expresión, más violenta.

Así fue. 24 horas después de que apareció mi comentario, el ex gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, regresó al puerto de Acapulco, luego de que estaba tan tranquilo en sus vacaciones y regresó con la espada desenvainada. Acusó al gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero, de corrupción, omisión, y lo responsabilizó de que hayan cerrado varios comercios en Acapulco y se haya desquiciado la vida en varias partes del estado, luego de que se tardó 7 meses en solicitar al Ejército para que atendiera Acapulco, entre otros espacios del terruño guerrerense. Dijo que por el afán de meter a la nómina a sus familiares y cumplir sus compromisos de campaña, ha dado de baja a 500 policías. Además de hacer un uso faccioso de los recursos del estado.

Aseguró que la prioridad son los negocios y el goce familiar, luego de que el helicóptero del que lo acusan haber comprado, sin razón lo utilizan los familiares del Ejecutivo y los funcionarios, y hasta sus amantes.

Acusó al titular de Salubridad estatal, el médico general, Lázaro Mazón Alonso, de haber utilizado recursos financieros de programas federales, e integrarlos a su chequera personal, por un monto de 3 millones de pesos, cuando fue edil de Iguala por segunda ocasión y por ello se le inhabilitó para tener puestos públicos. También dijo que Alberto López Rosas, actual Procurador General de Justicia de Guerrero, es inmoral, corrupto, además de cornudo y frustrado sexual, al no tener la capacidad de…suponemos qué.

Dijo que al revisar las cuentas públicas de cuando fue presidente municipal de Alberto López Rosas en Acapulco, encontraron que entregó facturas falsas y, con ello, cometió un robo a las cuentas públicas. Asimismo, compró un predio para su patrimonio, con dinero de Hábitat, un programa federal, y ahora como Procurador ya se deshizo de la acusación y determinó que no hay delito que perseguir.

Se entiende que las acusaciones de Zeferino Torreblanca, surgen del hígado, pero sería adecuado que algunas de sus acusaciones fueran elementos a revisar por parte de las autoridades de gobierno actual y verificar su dicho, pues varios de las conductas denunciadas, son delitos a perseguir.

Los diputados locales de Guerrero tienen con las declaraciones de Zeferino Torreblanca Galindo, infinidad de elementos a revisar y verificar el tamaño de ellas y la veracidad y con ello, empezar a enderezar las cosas, antes de que la barca tenga que zozobrar. Gracias.

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