El anunciado como próximo “coordinador del gobierno federal en Guerrero”, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros se ha convertido en otro símbolo del engaño continuo mediante el que MORENA y su candidato presidencial han convencido a la ciudadanía de que encabezarán un cambio total del país… aunque se ve difícil con personajes como ese joven aspirante, cuyo caso ya es motivo de escándalo: ha mentido asegurando que es Licenciado en Economía egresado de la UNAM, y que supuestamente tenía “estudios de posgrado” en la Universidad de Yale, EUA, pero todo es un cuento de apariencias, un verdadero FRAUDE.
Primero, porque al investigar un poco, resulta que Amílcar no tiene acreditados estudios universitarios completos, ni título profesional, como consta en el Registro Nacional de Profesiones; y los “estudios” en Yale sólo fueron de un seminario de formación de líderes al que ingresó por influencias de la familia de su cuñado, John Ackerman, quien está casado con Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, futura secretaria de la Función Pública.
Por lo que el actual diputado local plurinominal electo, Amílcar Sandoval NO ES LICECNIADO EN ECONOMÍA, y menos el “Juris Doctor” que él mismo se había colgado en sus currículums. Con lo que ha cometido varios delitos, tales como usurpación de título profesional, uso de documentos falsos en sus trámites y al ostentarlos para cargos que requieren por lo menos el grado de licenciatura.
Con lo que, además del FRAUDE y de la evidente MENTIRA con su cauda de resposabilidades legales y éticas, Amílcar resulta inelegible para el puesto de “coordinador del gobierno federal en Guerrero” por carecer de experiencia, por su venalidad, y a menos que AMLO retire el requisito actual de presentar título profesional para asumir cualquier puesto federal, queda descartado el joven que quiso engañar a bobos en su Hammelin natal.
De esta forma, hay que recordar los casos del exsecretario de Educación federal, Fausto Alzati, que debió renunciar al cargo al revelarse que sus títulos eran falsos; o el del exsenador por Guerrero, Armando Ríos Piter, de quien una investigación semejante hecha por esta columna reveló que la mitad de sus títulos y estudios de posgrado en el extranjero eran inexistentes.
Si al final resulta que por capricho el Peje nombra a Amílcar, quedará en evidencia que hay una cadena de fraude y mentira maquinados para imponer a quien sea y como sea. Pero eso ya llevaría otro mensaje muy negativo para la sociedad de Guerrero, por más que al final incriban a Pablito en Ayotzinapa o se compre otro título en el portal de Santo Domingo, en el CDMX.
Pero proceda una cosa o la otra, don Amílcar quedó ya desinflado, desacreditado y sin la autoridad moral que debe tener quien dice venir a componer las cosas…
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