Por Alfredo Guzmán Foto: https://noticiasenlamira.com/
Yo soy como José Ramón López Beltrán, la dama me mantiene. La rica en personalidad, responsabilidad, capacidad, inteligencia y belleza, es ella, yo sólo soy su aplaudidor. Enhorabuena.
Supongo que es un deseo, que pedimos al ser superior. Que los hijos nos entierren.
Pero no así, claro. Andrés Manuel López Obrador, supuso que todo iba bien, engañar a la sociedad, hasta la saciedad, que de todos modos con una limosna bimensual a los más pobres, con ello asegura, tener a la mitad de la sociedad mexicana a sus caprichos.
Nunca imaginó que la liebre le iba a saltar en su corral y de fea forma. Llena de corrupción.
Si algo le digo a los hijos, es que deben tener cuidado con su prestigio. Eso es lo único que los defenderá para cuando vengan los tiempos negativos, críticos, severos y angustiantes.
Que trabajen y cobren lo que vale su capacidad, experiencia, conocimientos y pensamiento estratégico.
La bomba que destaparon “Mexicanos contra la Corrupción”, Carmen Aristegui y Latinus de Loret de Mola, es demoledora de prestigios, elaborados con mentiras.
No hay ninguna diferencia entre la Casablanca y la Houston House, más que el color, ambas son producto de la corrupción, tráfico de influencias y pago por favores recibidos.
Sospecho que José Ramón odia a su padre y con esto exhibe el tamaño de la mentira que ha montado en torno a su figura. Los hijos y las hijas no mienten, cuando nos recuerdan lo culeros que fuimos y seguimos siendo.
Porque las mentiras crecen.
Desde la óptica del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en México, no pasa nada.
Todo va como lo planeó. Como lo diseñó, puesto que su estrategia camina vacía, sin contenido, descontextualizada, suponía que con solo imaginar mundos mejores, éstos se darían, luego de que sus anuncios de no mentir, no engañar y no sé qué más, serían suficientes para alcanzar objetivos nunca planteados en la realidad y que hoy se rompen, como pompas de jabón.
Y para muestra varios botones:
650 mil muertos por la pandemia, incluido un hermano y una cuñada, por una estrategia equivocada de un gobierno, que empieza a oler a fallido.
105 mil muertos por la violencia que no para y que sólo se le ofrecen abrazos y promesas de impunidad.
3.2 millones más de pobres, que creyeron en este gobierno y que hoy reciben migajas por no protestar.
35 millones de mexicanos desamparados médicamente por la cancelación del Seguro Popular.
Lugar 124 de 180 países con los más altos índices de corrupción. Y prometió no ser corrupto.
3 mil feminicidios en 3 años.
102 políticos asesinados en 2021, 36 de ellos candidatos en las últimas elecciones.
29 periodistas asesinados. 4 en el primer mes.
Tres años de crecimiento económico negativo. Y nos faltan 3 años más.
Tres años de polarización y estigmatización promovidas desde la mañanera por Amlo.
Impunidad para sus hijos, tías, hermanos y familiares, incluye a Delfina, Bartlet, Gertz Manero y los que se me olvidan porque la lista es grande.
Y cómo van las cosas, la corrupción que galopa dentro y fuera de este gobierno, incluidos, ya sabemos a sus familias, como en nuestro entorno cercano en Guerrero, donde no se tocará a nadie del poder, como un botón a Aidé Ibares, y mejor me callo, para no exhibir a quienes siguen tan campantes y que cuentan con varias averiguaciones previas, olvidadas por ahí.
Manifiesto mi respeto por la gobernadora Evelyn Cecia Salgado Pineda, pues ella no tiene la culpa.
Abour.
(Agradezco los datos a Héctor Aguilar Camín).
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