Averígüelo Vargas
Necesario el diálogo con CETEG, dice Astudillo, pero esperará al de Gobernación.— Entrevista Marco Leyva con cetegistas, molestos porque los llamaron “dizque maestros”.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se reunió en dos ocasiones con los dirigentes de la CNTE, porque se trata de buscar los medios para que el ambiente de tensión y violencia se reduzca y no afecte a la población ni a las actividades productivas o a la distribución de alimentos y combustibles, como ya ocurre en Oaxaca y Chiapas, ya que por los bloqueos que mantienen en las carreteras se impide el libre tránsito de esas mercancias que no llegan a los pueblos más alejados del centro del estado.
En Guerrero, afortunadamente, la situación no es tan grave, pero aún así, las muy escasas manifestaciones y bloqueos que realizan con grupos muy reducidos no permiten que las actividades cotidianas de todos los sectores de la población puedan realizarse con toda normalidad, por lo que el gobernador Héctor Astudillo señaló que es conveniente entrar en esa etapa de diálogo para distender el ambiente que se ha generado desde hace unos 10 días, después del enfrentamiento que se dio en Nochixtlán, Oaxaca.
Sin embargo, aclara el mandatario estatal, hay que esperar para conocer el camino y los acuerdos que se alcancen en la Secretaría de Gobernación, porque al ser un asunto básicamente federal, el estado no puede tomar acuerdos o decisiones diferentes, sino que debe seguir la pauta que se marque en la Ciudad de México.
El presidente Enrique Peña Nieto advirtió desde Canadá, donde está en visita oficial, que se puede dialogar y buscar entendimientos en los temas secundarios de la reforma educativa, calendarios y otras cuestiones relativas a su aplicación en las escuelas del país, pero insistió en que la reforma realizada tiene rango constitucional, de modo que nada se habrá de modificar en esa legislación y en ninguna otra.
En lo que el gobernador Astudillo busca colaborar es en encontrar acuerdos con los cetegistas para que no cometan actos de violencia que afecten a la ciudadanía ni las actividades productivas, porque eso frena las acciones de beneficio social y la tranquilidad de la sociedad.
Recordó Astudillo que en las acciones que realizan los maestros cetregistas se infiltran con frecuencia sujetos que van a la provocación, a agredir, a destrozar bienes, por lo que es necesario evitar que se presente esa situación, y que eso afecta las posibilidades de alcanzar un entendimiento entre los manifestantes y las autoridades, que tienen la obligación de aplicar la ley y evitar que se agreda a la sociedad o que se provoquen daños en propiedades.
El gobernador HAF siempre ha mostrado la mejor disposición para dialogar con los grupos de maestros de la Ceteg, que aunque son una minoría muy marcada en el estado, respecto a los maestros que se mantienen trabajando en sus escuelas, busca que se reduzca la afectación que provocan, porque daña la educación, pero tanbién afecta al turismo, que es la fuente principal de recaudación financiera y de creación de empleos, tan necesarios para que la gente de Acapulco y otros lugares cuente con el sustento necesario para su familia.
SE ENTREVISTA MARCO LEYVA CON CETEGISTAS, MOLESTOS PORQUE LOS LLAMARON “DIZQUE MAESTROS”.—Este lunes, un grupode cetegistasse presentó en la oficina del alcalde capitalino Marco Leyva, a quien le exigieron que los atendiera, ya que fueron a quejarse porque un funcionario de su gobierno los llamó “dizque maestros”, porque su actitud dista mucho de ser la de maestros entregados a su trabajo en las escuelas y ante sus alumnos.
Esos cetegistas se dijeron discriminados y ofendidos por esa expresión aunque no se expresó públicamente, por lo que el alcalde Leyva Mena les reiteró su respeto al movimiento que han emprendido, pero también les pidió respeto hacia el palacio municipal y sobre todo hacia la ciudad y sus habitantes.
Demandaron al primer edil que fuera portavoz de sus demandas ante las otras instancis de gobierno, especialmnte la federación, aparte de pedir que no se repiman las manifestaciones que hacen en la ciudad, por lo que el presidente municipal les hizo ver que él tiene la obligacipon de gobernar para todos y si hoy “me toca escuchar los mucho respeto, hago votos para que el diálogo que se inició con la federación llegue a buen término, en beneficio de todos los educandos del país”.
Recordó que siempre ha sido respetuoso de la libertad de manifestación y de las diferentes expresiones políticas y sociales, por lo que nunca utilizaría la fuerza y las armas para reprimirlos, pero les hizo ver que el respeto debe ser mutuo, por lo cual les demandó cuidar los inmuebles de Chilpancingo, porque tendrán todas las garantías para que puedan expresarse “pero también les pedimos que cuiden su ciudad que alberga a mucha gente”.
Llama la atención que esos profesores cetegistas exijan buen trato y que no se les tilde de “dizque maestros”, porque eso “ofende su dignidad”, de modo que resultan ser muy delicados cuando se les hacen señalamientos críticos, pero nada dicen de casi un año que matuvieron secuestrado el palacio municipal, donde provocaron toda clase de destrozos y no sólo eso, sino que se robaron muchos de los equipos y computadoras con las que laboraban los integrantes de la comuna municipal, aparte de que mantienen la plaza pública en condiciones de muladar y secuestrada para los ciudadanos, sus verdaderos propietarios.
Ahora reclaman que no se duda de su calidad profesional al tacharlos de “dizque maestros”, pero seguramente que la mayoría de ellos no se presentaron a la evaluación profesional, de modo que no pueden asegurar que son maestros en la extensión de la palabra.
Ah, pero eso sí, son muy delicados y celosos de su imagen pública, aunque la gente ya no los baja de vándalos y delincuentes, por todo el mal que han hecho, no sólo en bienes materiales, sino el peor perjuicio que provocan al abandonar las aulas para pasársela en manifestaciones y plantones.
Por eso, la expresión “dizque maestros”, les queda corta, porque con sus acciones de vandalismo han causado mucho más daño a la sociedad y a la educación del estado, aunque por fortuna, sólo representan una minoría que no tiene una influencia importante en el estado.
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