Por: Miguel Ángel Mata Mata Foto: Video redes sociales de WhatsApp
EL ORIGEN
En la década de 1920, nacieron las escuelas normales rurales en México, con el propósito de formar profesores que tuvieron como modelo pedagógico la articulación de la educación y el trabajo.
Alguna vez fueron 46 escuelas normales rurales donde se formaron profesores que provenían de las clases sociales pobres entre los pobres de todo el país.
En 1935 el Estado Mexicano comenzó a recortar presupuesto a esas escuelas. Ese año fue fundada la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) que, a la fecha, tiene presencia en todas las escuelas normales rurales que aún existen en México.
Desde 1940, en el contexto de la guerra fría, el Estado Mexicano cedió a las presiones gringas y, en 1950, el presidente Miguel Alemán anunció la desaparición de las escuelas normales rurales porque “parecen comunistas”, le decían desde la embajada gringa.
De 46 quedaron veinte, entre ellas la de Ayotzinapa.
LA RESISTENCIA
En julio de 1940 las veinte normales que no desaparecieron se fueron a la huelga, encabezados por esa federación de estudiantes socialistas.
Ahí comenzó la resistencia ¿Resistencia a qué?
A sobrevivir nutriéndose de pobres entre los pobres para llevar educación, asociada al trabajo, a otros igual o mayormente pobres, a pesar de la negativa de los gobiernos a entregarles dinero para cumplir con su función.
Un señor llamado Genaro Vázquez, de San Luis Acatlán, fue profesor en Ayotzinapa, antes de tomar un fusil. Ahí tomó clases el alumno Lucio Cabañas, antes de hacer lo mismo que el profesor Vázquez, en la sierra de Atoyac de Álvarez.
Por eso, por la acción de ellos, han sido estigmatizados escuela, alumnos y profesores, como un foco de insurrección.
EL PRIMER HECHO DE SANGRE EN GUERRERO
En Michoacán, Aguascalientes, Oaxaca, Chiapas o Guerrero, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México ha llevado a cabo mítines o bloqueos carreteros para presionar a los gobiernos para que les entreguen recursos para seguir existiendo.
En Guerrero, esa resistencia ha dejado indignantes hechos de sangre.
El 12 de diciembre de 2011 en Chilpancingo, el gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero ordena desalojar la Autopista del Sol, bloqueada por estudiantes de Ayotzinapa, que exigían recursos para su escuela.
Dos normalistas murieron por proyectiles de rifles alemanes, de la empresa Heckler & Coch, que usaba la policía estatal. Un despachador de gasolina, ubicada cerca del lugar de los hechos, perdió la vida cuando quiso alcanzar un extinguidor y apagar, así, el fuego en una bomba expendedora; murió quemado.
¿Qué exigían los normalistas?
Aumento de presupuesto, a la escuela normal, para alimentos; subir las plazas de alumnos de 140 a 170 y la negativa a aceptar a Eugenio Hernández García como director, para lo cual demandaban una audiencia pública, que jamás sucedió, con Ángel Aguirre Rivero.
EL SEGUNDO HECHO DE SANGRE
Una semana antes del 22 de septiembre del 2014, los estudiantes de tercero, segundo y primer grado, de la escuela normal, viajaron a Chilpancingo. Iban por autobuses para llevar contingentes a la conmemoración del 2 de octubre, en la Ciudad de México.
Durante una semana habían robado combustible en gasolineras para el viaje. Nomás les faltaban los autobuses. Los buscaron en Chilpancingo. Se hallaron con grupos de policías que les impidieron su retención.
Modificaron la táctica. Viajaron a Iguala, donde pretendían secuestrar camiones de las líneas Estrella de Oro, Costa Line y Estrella Roja.
Todos sabemos el drama que vivieron los normalistas ese día, 22 de septiembre del año 2014. Aun no hay justicia. Aun no aparecen. El Estado no ha cumplido sus promesas.
LA VIOLENCIA DEL ESTADO CONTRA LEGÍTIMOS MOVIMIENTOS
El origen de la lucha de los estudiantes y profesores de la escuela normal rural, Raúl Isidro Burgos, Ayotzinapa; la muerte de tres personas, dos con balas propiedad de la policía estatal, el doce de diciembre del 2011 y la desaparición de 43 estudiantes el 22 de septiembre del 2014, son parte de lo mismo.
Sucedieron en un contexto de resistencia y lucha legítima en los que se repite la lucha contra la represión del Estado. Son lo mismo.
La muerte y desaparición de normalistas justifica las protestas. Los daños a terceros por los bloqueos, palidecen ante el tamaño de la injusticia histórica a la que ha sido sometida la escuela.
Negarlo es criminal.
NO ES LO MISMO LO MISMO CON LO MISMO
El 7 de marzo del este 2024, en la carretera que va de Chilpancingo a Tixtla, dos jóvenes normalistas viajaban en una camioneta con reporte de robo.
Se negaron a detenerse en un retén de la policía estatal.
Lo que pasó ha sucedido en decenas de lugares en una de las entidades sumidas en la violencia: los policías dispararon y mataron a uno de ellos.
El reporte oficial así lo consigna. Nada se ha ocultado. Se trató, como lo dijo el jefe de la policía estatal, un hecho delictivo ocurrido cerca de las nueve de la noche.
El origen mismo de la escuela normal, en medio de constante acoso del estado, no es lo mismo que ha sucedido a dos jóvenes que viajaban en una camioneta con reporte de robo.
La ejecución de dos estudiantes con balas, propiedad de la policía estatal, y la muerte de un trabajador de una gasolinera, en medio de una manifestación legítima que busca reivindicar derechos educativos, no es lo mismo que ha sucedido a dos jóvenes que viajaban en una camioneta con reporte de robo.
La desaparición de 43 estudiantes en Iguala, de los que el Estado se niega a hacer justicia, en medio de una lucha por reivindicar la lucha legítima de las escuelas normales rurales, no es lo mismo que ha sucedido a dos jóvenes que viajaban en una camioneta con reporte de robo.
NO ES LO MISMO LEGÍTIMO QUE ILEGÍTIMO
Lo justo es legítimo.
Su antípoda, ilegítimo, es lo injusto.
La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas pueden seguir por su camino legítimo o torcer la hoja de ruta y defender un asunto que, evidentemente, es del fuero común.
Lo que hagan confirmará la legitimidad de su lucha, o será falso, que es lo mismo que espurio.
QUE CONSTE
1. Los candidatos al Senado de la República, Félix Salgado y Manuel Añorve, han arrancado con ahínco sus campañas políticas. Entre ellos se dará la lucha. Poco se sabe de lo que hace Beatriz Mojica, quien se ha colgado a la imagen de Salgado y, en el Movimiento Ciudadano existe confusión: no se sabe si Mario Moreno es el candidato titular o es la suplente, quien se anuncia como candidata o el coordinador de esa campaña, el ex gobernador Héctor Astudillo ¿Quién es el candidato en ese partido?
2. Abelina López Rodríguez ya es la candidata de MORENA a la presidencia municipal de Acapulco. Alejandro Arcos será el abanderado de la coalición opositora en Chilpancingo ¿Tiene candidato la oposición en Acapulco? ¿Lo tiene MORENA en Chilpancingo?